Monitoreo constante al volcán
Aumentan emisiones de ceniza y temperatura en Puracé
El volcán Puracé continúa bajo estricta vigilancia tras presentar un comportamiento activo y fluctuante durante los últimos días.
De acuerdo con el más reciente informe del Servicio Geológico Colombiano SGC, imágenes satelitales confirmaron un incremento en la temperatura dentro del cráter, asociado al ascenso de gases calientes desde el interior del sistema volcánico hacia la superficie.
Esta condición refleja que la energía del edificio volcánico permanece elevada y en constante cambio.
Los registros
Entre el 3 y el 4 de diciembre, el SGC registró diez emisiones de ceniza con columnas que alcanzaron hasta 800 metros sobre la cima del Puracé.
Algunas de ellas generaron leves caídas de material en veredas como Puracé, Paletará, Cristales, Río Negro, San Juan y las termales de Agua Hirviendo.
Esta actividad está directamente relacionada con la sismicidad de tipo Tremor y Largo Periodo, que evidencia movimiento de fluidos y un proceso sostenido de desgasificación.
Los expertos señalan que, aunque por momentos el volcán parece presentar una “relativa tranquilidad”, esa calma es temporal: la actividad continúa muy por encima de los niveles considerados normales.
De hecho, en días recientes también se documentaron emisiones catalogadas como “gigantes”, con alturas entre 500 y 700 metros, mientras que la dispersión del material ha obligado a emitir alertas dirigidas a la Aeronáutica Civil.
Además de las observaciones visuales, la tecnología satelital ha permitido detectar un flujo constante de dióxido de azufre (SO₂), que llegó a dispersarse hasta 200 kilómetros del cráter.
Paralelamente, los cenizómetros instalados en zonas como Paletará —con apoyo de la Guardia Indígena— permiten recolectar y analizar muestras de ceniza, una tarea clave considerando que esta actividad eruptiva es reciente en la historia monitoreada del volcán.
Aunque el escenario actual no indica una erupción inminente, sí confirma que el Puracé se mantiene inestable, razón por la cual la alerta naranja continúa.
Para retornar a alerta amarilla, el SGC advierte que se requiere un periodo prolongado de estabilidad en todos los parámetros monitoreados.
Jaime Raigosa, coordinador del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Popayán, recordó la importancia de mantener las precauciones: “El hecho de que la actividad baje temporalmente no significa que el peligro haya pasado”.
La recomendación sigue siendo clara: no acercarse al cráter y mantenerse informados únicamente por canales oficiales.