El papel del Ejecutivo en la crisis que fracturó la relación entre gobierno y Fuerzas Militares

Belisario Betancur y el Palacio de Justicia: el poder civil bajo fuego

Foto: Archivo
sábado 8 de noviembre, 2025

A cuarenta años de la toma del Palacio de Justicia, la figura del presidente Belisario Betancur Cuartas sigue siendo objeto de debate.

Según el Informe Final de la Comisión de la Verdad (2022), el mandatario enfrentó durante esas 28 horas una de las mayores pruebas institucionales de la historia reciente: preservar el orden constitucional sin perder el control sobre las Fuerzas Armadas.

El resultado, sin embargo, fue la pérdida del mando civil y la ruptura definitiva de su política de paz.

Un presidente sitiado por la guerra

La mañana del 6 de noviembre de 1985, Betancur fue informado del ingreso de guerrilleros del M-19 al Palacio de Justicia. Desde ese momento, según el informe, el presidente “optó por no acudir al Puesto de Mando Unificado” y mantuvo comunicación telefónica intermitente con sus ministros.

En su testimonio ante la Comisión, Betancur explicó su decisión:

Decidí no desplazarme porque no quería aparecer dirigiendo una operación militar. Mi convicción era la paz, y lo último que quería era más sangre.

Sin embargo, la Comisión concluye que esa ausencia fue interpretada por los mandos militares como un vacío de autoridad.

El general Jesús Armando Arias Cabrales, quien dirigía la retoma, declaró:

El presidente fue informado. Nunca recibimos una orden directa de él. Actuamos bajo la doctrina de recuperar la sede de la justicia.

Para la Comisión, ese quiebre en la cadena de mando representó “la pérdida del control civil sobre la fuerza pública” y marcó el inicio de una respuesta desproporcionada.

El presidente se mantuvo al margen de las decisiones tácticas, lo que permitió que la lógica militar sustituyera el principio civil del Estado de Derecho.

La crisis del mando civil

El informe recoge testimonios de varios miembros del gabinete. La entonces ministra de Comunicaciones, Noemí Sanín, afirmó ante los investigadores:

El presidente estaba destrozado. Creía que la paz se le había escapado de las manos. Pero también sabía que ya no lo escuchaban.

Otros asesores de Palacio describieron una atmósfera de caos y silencio. Uno de ellos relató bajo reserva:

En la Casa de Nariño nadie sabía quién mandaba. Los militares informaban, no pedían autorización.

La Comisión de la Verdad interpreta este episodio como una fractura estructural del sistema político colombiano: el Ejecutivo quedó subordinado, en la práctica, al poder armado. Ese desplazamiento del mando civil, advierte el informe, tendría efectos duraderos en la historia del país.

El Palacio de Justicia evidenció que, en tiempos de crisis, el poder de las armas prevaleció sobre la Constitución.

Entre la paz y el silencio

Betancur llegó a la Presidencia con una bandera: la búsqueda del diálogo con los grupos insurgentes. La toma del Palacio de Justicia significó el derrumbe de esa apuesta.

En palabras del propio expresidente:

Fui derrotado por la violencia de todos los lados. No hubo vencedores, solo ruinas.

La Comisión destaca que, tras los hechos, Betancur asumió la responsabilidad política, pero evitó pronunciamientos que comprometieran a las Fuerzas Militares.

Esa decisión, según el informe, fue una forma de preservar la estabilidad institucional, aunque a costa de la verdad.

El silencio del presidente fue una decisión política. Calló para evitar una crisis mayor, pero su silencio prolongó la impunidad.

La herencia de una omisión

Cuatro décadas después, la figura de Belisario Betancur se mantiene entre la dignidad moral y la omisión institucional.

La Comisión de la Verdad lo describe como un mandatario de convicciones pacifistas que, en su momento más crítico, perdió el control del Estado.

Su legado, sin embargo, abrió el camino a los procesos de paz posteriores y a una comprensión más profunda del papel del poder civil en la guerra.

El Palacio de Justicia fue el límite de la paz posible en los años ochenta. Y también la lección de que ningún presidente puede delegar la defensa de la democracia en la guerra.

📜 Más detalles del informe aquí 👉🏻 El Ejército en el Palacio de Justicia: la retoma que dejó una herida abierta

Fuente: Informe Final de la Comisión de la Verdad – Caso Palacio de Justicia (2022) [PDF]

Esta nota hace parte de la serie especial “40 años del Palacio de Justicia – La verdad que no se apaga”, publicada por Diario Occidente con base en el Informe Final de la Comisión de la Verdad (2022). Descárgalo aquí


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