Tejido Social: Un regalo en crochet para la COP16
El enorme mapamundi busca hogar
Rosa María Agudelo – Directora Diario Occidente
El proyecto “Tejido Social” nació en Cali como una iniciativa de Amelia Marín, una artista que deseaba participar en la COP16 de una manera especial y colectiva.
No quería hacerlo sola, quería que muchas personas se unieran, y encontró en el crochet la forma ideal de lograrlo.
Su idea fue crear un mapa mundi en crochet uniendo 4.400 grannies. Lo que Amelia nunca imaginó fue la increíble respuesta de personas de todo el país, desde La Guajira hasta el Amazonas, quienes decidieron sumarse a este proyecto.
Incluso tejedoras de Medellín han mostrado su entusiasmo, enviando más de 600 grannies hasta la fecha.
Este regalo en crochet para la COP16 ha unido a abuelas y nietas, madres e hijas, en un esfuerzo colectivo por una causa ambiental.
Cada día, más tejedoras llegan al taller preguntando si este es el lugar donde se hace el tapiz para la COP16. Actualmente, más de 20 mujeres se reúnen todas las tardes.
Además de tejer, comparten sus historias de vida, se ríen y se conectan. Mujeres de todas las condiciones económicas, educativas, sociales y generacionales se encuentran unidas por hilos y agujas.
Entre ellas hay expertas tejedoras que hacen un granny en minutos y con los ojos cerrados, quienes con paciencia enseñan a otras, como yo, a quienes nos toma horas y que no podemos ni pestañear para no confundir un palito con una cadeneta.
A veces, incluso, nos toca deshacer el trabajo porque lo que debía ser un hexágono termina siendo un bello círculo.
Testimonios de las tejedoras
María Matilde Correa, de Cali, comparte: “Tejer para mí es armonía, paz y tranquilidad. Me apasiona y me hace feliz. Estoy orgullosa de ser parte de este proyecto para proteger nuestro medio ambiente.”
Margarita Rosa Serna, desde Medellín, añade: “El crochet me relaja y me encanta enseñar a mis alumnas. Estoy muy emocionada de participar en la elaboración del mapa mundi en crochet y espero que muchas más personas se unan.”
Sofía González, también de Medellín, nos cuenta: “La cultura del crochet me conecta conmigo misma y con los demás. Estoy muy feliz de formar parte de este proyecto y ayudar a las profesionales a crear el mapa mundi.”
Luz San Juan Barbilla, desde Cali, expresa: “Estoy participando en el tejido colectivo más grande de Colombia en el marco de la COP16. Invito a más personas a unirse y contribuir con un granito de arena a este esfuerzo.”
Brandon, un estadounidense que se unió recientemente al grupo, dice: “Nunca había tejido antes, pero este proyecto me llamó la atención. Es increíble ver cómo algo tan simple como un grannie puede convertirse en parte de un mapa mundi en crochet que representa nuestro compromiso con el medio ambiente.”
María Cristina Hernández, ama de casa de Cali, añade: “Me gusta el crochet porque es una manualidad que me da destreza en las manos y es una terapia para mi mente y corazón. Contribuir a este regalo en crochet para la COP16 me llena de satisfacción y me hace sentir parte de algo más grande.”
El avance del proyecto
Ya se ha ensamblado Sudamérica y se han tejido la mayoría de los continentes en este mapa mundi en crochet.
Ahora, el grupo está trabajando en tonos azules para representar los océanos que nos unen. La meta se está cumpliendo y la gran pregunta que surge ahora es: ¿Dónde se exhibirá este impresionante tejido realizado por más de 200 mujeres de todo el país?
Un hermoso mapamundi de 8 metros de ancho por 5 de alto, que pesará más de una arroba, será un homenaje al medio ambiente y un testimonio de la fuerza del trabajo colectivo.
Este proyecto no solo es un regalo en crochet para la COP16, sino también una muestra del poder de la colaboración y el compromiso con el cuidado del planeta. ¡Unámonos a esta causa y hagamos del mundo un lugar mejor, un granny a la vez!