Reformar el Invima y rediseñar la UPC
Candidatos presidenciales reciben hoja de ruta para enfrentar la crisis del sistema de salud en Colombia
La Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo Afidro, junto con el Centro de Estudios en Protección Social y Economía de la Salud, Proesa, de la Universidad Icesi, presentó una hoja de ruta con propuestas técnicas para fortalecer el sistema de salud en Colombia.
El documento fue dirigido a los candidatos presidenciales del periodo 2026–2030 y reúne recomendaciones viables para aplicar desde los primeros cien días del próximo gobierno.
El planteamiento responde a un panorama complejo. Según los datos presentados, el sistema de salud enfrenta un patrimonio negativo de 10,2 billones de pesos y mantiene una deuda de 5,2 billones con el sector farmacéutico.
Una de las causas identificadas es el método actual de cálculo de la Unidad de Pago por Capitación, UPC, que se construye con información parcial, basada solo en cuatro EPS que representan el 25 % de la población afiliada.
Frente a este problema, el documento sugiere rediseñar la metodología de la UPC con datos completos de todas las EPS.
También propone crear una Mesa Técnica Nacional con participación de expertos, pacientes, prestadores, aseguradores y proveedores.
Además, recomienda establecer un fondo de saneamiento financiero para cubrir deudas históricas y aplicar sanciones a las entidades que no reporten información de calidad.
Plantean reforma del Invima
La hoja de ruta también aborda los problemas del acceso a medicamentos en Colombia. Señala que el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, acumula más de 12.000 trámites sin resolver y ha rechazado medicamentos aprobados en más de 50 países.
Esto, según el análisis, afecta directamente la salud de los pacientes e impacta la competitividad del país en el sector farmacéutico.
Para corregir esta situación, Afidro y Proesa proponen una reforma integral del Invima. La estrategia incluye un diagnóstico de los cuellos de botella, la digitalización total de los procesos, mayor autonomía operativa y clasificación de trámites según su riesgo.
También sugieren garantizar presupuesto estable y establecer indicadores públicos de gestión.
Además, el documento destaca la necesidad de implementar acuerdos de riesgo compartido.
Este modelo permitiría acceso temprano a terapias innovadoras, mientras se genera evidencia del mundo real.
Los riesgos se repartirían entre el sistema de salud y los fabricantes. Entre 2014 y 2024, solo el 3 % de las 403 moléculas aprobadas globalmente han sido incorporadas al sistema colombiano, lo que evidencia un rezago frente a otros países.