Testimonios de 35 años de actividad periodística
Periodismo: un oficio al servicio de la gente
Por: Rosa Maria Aguelo Ayerbe
Directora: Diario Occidente
El 9 de febrero es una fecha especial para el periodismo en Colombia.
Ese día, en 1791, Manuel del Socorro Rodríguez fundó el Papel Periódico de Santafé de Bogotá, el primer periódico del país.
Desde entonces, el periodismo ha sido testigo y protagonista de la historia, denunciando abusos, dando voz a los invisibles y registrando los momentos clave de nuestra sociedad.
Mis primeros años: de las preguntas a las historias
Este año cumplo 35 años ejerciendo el periodismo.
Aunque mi carrera no comenzó un 9 de febrero, esta fecha me inspira a reflexionar sobre el camino recorrido.
En enero de 1990, cuando aún estaba en la universidad, me acerqué a la programadora de Univalle para preguntar si podía colaborar en algo.
Me permitieron hacer pequeñas tareas y notas sencillas en Chiva Deportes: No eran trabajos complejos.
Poco después, en octubre, nació Notipacífico y gracias a mi paso por Chivadeportes me ofrecieron vincularme a la planta.
Allí mi aprendizaje se aceleró.
Me asignaron cubrir el municipio de Cali y la política.
Si no sabía de deportes, menos de estos temas.
Pero el periodismo me enseñó rápido: había que preguntar, escuchar y contar.
Periodismo en tiempos de crisis: de los 90 a los 2000
Los años 90 fueron un torbellino informativo.
Mientras aprendía el oficio, el país vivía algunos de sus momentos más críticos: la lucha contra los carteles de la droga, el asesinato de líderes políticos, la crisis energética y el proceso que daría origen a la Constitución del 91.
Cada noticia era una lección.
Aprendí que la objetividad absoluta no existe, pero sí el rigor; que una historia bien contada puede generar cambios, y que la independencia es la esencia del oficio.
Sobre todo descubrí lo mucho que podíamos ayudar a través de los medios.
Luego vinieron los 2000, una década marcada por la guerra contra las FARC y los paramilitares, el auge de la seguridad democrática y la polarización creciente.
Desde el periodismo, narramos los horrores del secuestro, los efectos del conflicto en las regiones y la violencia que, pese a los esfuerzo de muchos, no cesaba.
En esos años, la información dejó de ser solo un derecho: se convirtió en un campo de batalla.
Se atacaba a los medios, se les acusaba de parcializados, y la verdad comenzó a ser difícil de encontrar.
El periodismo en la era digital: información vs. desinformación
Tras 15 años en televisión, el periodismo me llevó a otro escenario: la prensa escrita.
Dirigir un medio impreso me enseñó otros matices.
La opinión y el análisis adquirieron un peso mayor, y con ello, la responsabilidad de interpretar el presente sin perder de vista el pasado.
Hoy, 35 años después, el periodismo ha cambiado radicalmente.
Las audiencias ya no esperan el noticiero de la noche o el diario del día siguiente para informarse; las redes sociales han democratizado el acceso a la información, pero también han dado cabida a la desinformación y las noticias falsas.
Vivimos en una era donde la inmediatez muchas veces prima sobre la profundidad, donde la opinión se confunde con el dato y donde el ruido digital amenaza con sepultar la verdad.
Sin embargo, la esencia del periodismo sigue siendo la misma.
Se trata de servir a la gente, de hacer preguntas incómodas, de documentar la realidad y, sobre todo, de resistir.
Porque el periodismo, más que un oficio, es un compromiso con la memoria, la verdad y la sociedad.
El futuro del periodismo: resistencia y adaptación
¿Cómo debe adaptarse el periodismo en esta era digital?¿Cómo puede incorporar tecnologías como la IA sin perder su humanidad? ¿Cómo puede recuperar la confianza de las audiencias? La respuesta está en el rigor, en el compromiso y en la capacidad de evolucionar sin perder su esencia.
Treinta y cinco años después, sigo creyendo que informar es una responsabilidad enorme y un privilegio irrenunciable.
En tiempos de incertidumbre, la mejor herramienta sigue siendo una historia bien contada.
Pero también es un momento para detenerse y mirar atrás, para entender cómo hemos cambiado como país, como sociedad.
Una oportunidad para pensar en el futuro de manera proactiva.
Por eso, en los próximos meses, escribiré 35 artículos que recorrerán los momentos clave de estas tres décadas y media.
No serán solo una revisión del pasado, sino una reflexión sobre el presente y el futuro de Colombia.
Desde la Constitución del 91 hasta el narcotráfico, desde la crisis energética hasta la transformación de los medios, cada tema será una oportunidad para entender cómo llegamos hasta aquí y hacia dónde vamos.
Porque el periodismo no solo registra la historia: también la cuestiona, la analiza y, en ocasiones, la desafía.