Justicia colombiana
Álvaro Uribe renuncia a la prescripción de su proceso penal
El expresidente Álvaro Uribe Vélez comunicó oficialmente al Tribunal Superior de Bogotá su decisión de renunciar a la prescripción del proceso penal en su contra por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal.
Esta medida, que impide que el caso se cierre automáticamente por vencimiento de términos, se da a menos de dos meses de que el proceso prescribiera el 15 de octubre de 2025.
En una carta dirigida a la Sala Penal, Uribe afirmó que su interés no es beneficiarse del paso del tiempo, sino que prefiere que el tribunal se pronuncie a fondo sobre su situación jurídica.
Con esta decisión, el caso continuará en curso y la justicia tendrá hasta dos años adicionales para emitir un fallo definitivo.
¿Qué significa?
En términos prácticos, renunciar a la prescripción implica que el procesado elige seguir enfrentando el juicio, a pesar de que legalmente podría cerrarse por tiempo cumplido sin sentencia.
En Colombia, este recurso actúa como una especie de “apagado automático” del proceso, pero solo si se agota el plazo legal sin una resolución.
Al renunciar, Álvaro Uribe impide que eso ocurra y mantiene abierto el camino para que el tribunal decida de fondo.
Según la legislación penal, esta renuncia debe ser expresa, clara y sin ambigüedad.
No basta con insinuarla o prometerla: debe constar en documento oficial, como el presentado por la defensa del expresidente.
Además, si transcurren dos años sin que se emita un fallo, entonces sí deberá decretarse la prescripción de manera obligatoria.
Al tomar esta decisión, el exmandatario se expone a una prolongación del proceso, que puede terminar en absolución o condena.
La defensa insistió en que la sentencia de primera instancia fue injusta, y por eso espera que el tribunal superior revise los argumentos y emita un fallo justo.