Encuentro entre Estado y la Iglesia
Representantes del Estado firmaron acuerdo para desarmar la palabra y rechazar la violencia
En la Casa Episcopal de Bogotá, los máximos representantes de los poderes públicos, organismos de control y autoridades electorales se reunieron en torno a un propósito común: desarmar la palabra y rechazar la violencia.
La cita fue convocada por la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia, en medio de un ambiente de escucha, reflexión y diálogo sereno.
Durante un almuerzo de trabajo, los participantes firmaron una declaración conjunta en la que se comprometieron a fomentar el respeto, la convivencia pacífica y el uso armonioso del lenguaje en la vida pública.
También pidieron al país acoger este llamado como una herramienta para resolver los conflictos sociales y políticos sin recurrir a la violencia.
Un acuerdo
La reunión fue liderada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia.
Lo acompañaron monseñor Francisco Javier Múnera Correa, presidente de la Conferencia Episcopal; monseñor Germán Medina Acosta, secretario general; y el padre Hermann Rodríguez Osorio, en representación de la Conferencia de Religiosos de Colombia.
Al encuentro asistieron el presidente Gustavo Petro; el presidente del Congreso, Efraín Cepeda; el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca; y los presidentes de la Corte Constitucional, Corte Suprema, Consejo de Estado y Consejo Superior de la Judicatura.
También participaron el procurador Gregorio Eljach, el contralor Carlos Hernán Rodríguez, la defensora del Pueblo Iris Marín Ortiz, el registrador Hernán Penagos y la directora del Dapre, Angie Lizeth Rodríguez.
Como gesto simbólico, los líderes religiosos entregaron a cada invitado un escapulario con la Cruz Tau y una estampa con la oración por la paz de San Francisco de Asís.
La oración fue leída en voz alta al finalizar el almuerzo, reafirmando el compromiso espiritual con la paz.
Una invitación
La declaración firmada no solo reconoció la necesidad de evitar la violencia, sino que propuso replicar este tipo de encuentros en otros sectores del país.
El procurador general enfatizó que esta actividad no debe ser única.
Insistió en que el empresariado, las congregaciones religiosas, y los sectores públicos y privados deben ser incluidos en estos espacios de reflexión conjunta.
El documento también incluyó un mensaje de solidaridad por las víctimas de la violencia y una oración por la vida de Miguel Uribe Turbay, reiterando el valor de la vida y el respeto como principios inquebrantables.
Con esta iniciativa, la Iglesia Católica busca mantener vivo el diálogo entre las instituciones, promover el entendimiento mutuo y abrir caminos hacia una cultura política más respetuosa, capaz de resolver los desacuerdos sin recurrir al enfrentamiento.