Colombia entra en zona crítica de seguridad energética

Reservas de gas caen al mínimo

Foto: Pexels
viernes 5 de diciembre, 2025

Colombia enfrenta uno de los momentos más delicados de los últimos años en materia de seguridad energética.

Según el más reciente análisis de Anif, la pérdida de autosuficiencia en gas, la caída histórica de las reservas probadas y la insolvencia de uno de los principales productores del país configuran un escenario que exige respuestas rápidas y estructurales.

El centro de estudios advierte que las reservas probadas de gas se ubicaron en 5,9 años en 2024, el nivel más bajo en dos décadas, lo que representa una vulnerabilidad creciente para el sistema energético nacional.

La combinación entre demanda en aumento, retrasos en exploración, declinación en campos maduros y menor disponibilidad de oferta doméstica ha llevado a Colombia a depender cada vez más de la importación de gas para garantizar la continuidad del suministro.

Un problema estructural: el país dejó de ser autosuficiente en gas

De acuerdo con Anif, la pérdida de autosuficiencia no es un fenómeno coyuntural, sino estructural.

El país ya debe importar gas para cubrir parte de su demanda, y las proyecciones indican que para 2028 la energía en firme disponible será insuficiente para atender los requerimientos del sistema si no se desarrollan nuevas fuentes de abastecimiento.

Esto implica que Colombia debe acelerar simultáneamente la exploración local y el despliegue de infraestructura para complementar la oferta interna con moléculas importadas.

El informe señala que la expansión actual no alcanzará a cubrir la demanda proyectada bajo las condiciones actuales.

La insolvencia de Canacol profundiza la fragilidad del sistema

El panorama se complica aún más por la crisis financiera de Canacol Energy, el segundo productor de gas del país después de Ecopetrol y responsable del 10,2% de la oferta nacional.

La compañía se acogió a mecanismos de protección de acreedores en Canadá y solicitó el reconocimiento de este proceso en Colombia.

Su insolvencia genera un riesgo adicional para la oferta doméstica, pues coincide con un periodo en el que la producción nacional ya enfrenta presiones relevantes.

Cualquier afectación en la operación de Canacol tendría repercusiones directas sobre el suministro y aumentaría la dependencia de gas importado”, advierte ANIF.

En la práctica, una interrupción o reducción en la producción de esta empresa podría tensionar aún más el abastecimiento, elevar costos y aumentar los riesgos de desbalance en el sistema energético.


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