Bienestar laboral como motor del cambio
Cali será la sede del II Congreso Internacional de Felicidad Empresarial
Donde la felicidad florece, la productividad sigue
Cali fue escenario del lanzamiento del II Congreso Internacional de Felicidad Empresarial, un evento que se realizará en 2026 y que plantea una conversación necesaria: ¿Puede la felicidad ser una estrategia organizacional? La respuesta, al parecer, es sí, y con evidencia científica.
Con el lema “Donde la felicidad florece, la productividad sigue”, el evento de prelanzamiento contó con la presencia de Santiago Vásquez, director del Instituto de Liderazgo Emergente del Tecnológico de Monterrey, quien ofreció una conferencia inspiradora sobre la relación entre bienestar, liderazgo y resultados.
Vásquez, reconocido por su enfoque en transformación cultural, planteó una idea central: la felicidad no es un estado pasivo, es una capacidad que se entrena.
“Así como se entrena una competencia técnica, también se entrena la inteligencia emocional, la empatía, el compromiso”, dijo. Y lo más importante: se entrena para generar impacto colectivo, no solo individual.
Durante su intervención, expuso modelos de gestión del bienestar basados en evidencia, como el de psicología positiva y el liderazgo emocionalmente inteligente, que han sido aplicados con éxito en organizaciones latinoamericanas.
También compartió datos reveladores: los entornos laborales emocionalmente sanos no solo retienen mejor el talento, sino que obtienen mejores resultados con sus clientes.
El mensaje fue claro: cuidar a las personas no es solo un acto ético, es una decisión estratégica.
Las empresas que ponen en el centro a sus colaboradores logran culturas más resilientes, más adaptables y más productivas.
El Congreso, que se realizará en 2026, será un espacio para seguir profundizando en estas ideas. Una oportunidad para empresas, instituciones y ciudadanos que creen que el futuro del trabajo pasa, inevitablemente, por la construcción de entornos emocionalmente sostenibles.
La felicidad se entrena
Santiago Vásquez dejó sobre la mesa una idea poderosa: la felicidad no es una casualidad, es una capacidad que se entrena. Y, como toda capacidad, se fortalece con intención, práctica y propósito.
Desde su experiencia como director del Instituto de Liderazgo Emergente del Tecnológico de Monterrey, Vásquez presentó un enfoque estructurado y riguroso sobre el papel de la inteligencia emocional en la transformación organizacional.
Lo primero que aclaró fue que hablar de emociones en el trabajo no es sinónimo de vulnerabilidad ni de debilidad. Al contrario, es el punto de partida de un liderazgo más efectivo, más consciente y más humano.
El nuevo papel de los líderes
Uno de los conceptos más destacados fue el de liderazgo positivo, basado en la psicología positiva de Martin Seligman, que propone liderar desde fortalezas como el compromiso, el significado, la resiliencia y la positividad.
Este modelo apunta a desarrollar líderes capaces de generar entornos de confianza, promover el bienestar colectivo y conectar a los equipos con un propósito trascendente.
Otro eje fundamental fue la resiliencia emocional, definida como la capacidad no solo de superar la adversidad, sino de crecer a partir de ella.
Vásquez recordó que el 60% de las víctimas del 11M en Madrid aseguraron que, tras el trauma, sus vidas cobraron mayor sentido. “Eso es el crecimiento postraumático: la excelencia de la resiliencia”, afirmó.
También explicó el modelo de Google sobre las diez conductas clave de sus líderes, destacando que los mejores jefes no son los más técnicos, sino los que escuchan, confían, inspiran y saben tomar decisiones.
Un buen líder —señaló— no es el que controla, sino el que crea condiciones para que otros florezcan.
La conferencia también abordó el impacto organizacional del bienestar: mayor retención de talento, mejor clima laboral, más innovación y, por supuesto, mayor productividad.
“El talento no basta. El talento se multiplica cuando hay compromiso. Y el compromiso se construye con sentido, reconocimiento y cuidado”, puntualizó.
En tiempos de incertidumbre y polarización, el mensaje de Santiago Vásquez es un llamado urgente a cultivar nuevas formas de liderazgo.
No se trata de modas, sino de un cambio cultural profundo: pasar de liderar con poder a liderar con conciencia.