Empresario TEC
El impacto de la IA en el consumo energético y de recursos: Un reto para la sostenibilidad
Por Fernando Garzón – @fergarzon
Cali está próxima a recibir la cumbre de sostenibilidad más relevante del mundo, la COP16, un escenario propicio para generar conciencia sobre el impacto que tiene la modernización en el planeta, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un motor de transformación para diversas industrias, pero su desarrollo trae consigo un desafío cada vez más urgente: el impacto en el consumo energético y de recursos.
De acuerdo con un reciente informe de Bain & Company, se estima que en los próximos cinco años la demanda energética de los centros de datos podría aumentar entre un 10% y un 30%, a medida que la IA continúa expandiéndose y tomando un papel central en la vida diaria y los negocios.
Los centros de datos, que son las infraestructuras clave donde se almacenan y procesan los modelos avanzados de IA, están experimentando un rápido crecimiento en sus necesidades de electricidad y agua.
Además del consumo energético, investigadores de las universidades de Colorado y Texas han revelado que estos centros requieren grandes cantidades de agua para mantener sus equipos a temperaturas óptimas.
Por ejemplo, un modelo como ChatGPT consume el equivalente a una botella de medio litro de agua por cada conversación de entre 20 y 50 preguntas, lo que muestra la magnitud de los recursos necesarios para sostener la operación de estas tecnologías.
Este panorama plantea un dilema para las empresas tecnológicas y los proveedores de servicios públicos.
¿Cómo balancear la creciente demanda de energía y agua con la necesidad de implementar prácticas sostenibles?
Las compañías se ven obligadas a explorar soluciones innovadoras, como la adopción de energías renovables y la optimización de la eficiencia energética en sus infraestructuras.
El estudio de Bain & Company destaca que algunas empresas ya están tomando medidas al respecto. La implementación de paneles solares y el uso de energía eólica son alternativas que pueden mitigar el impacto ambiental del aumento en el consumo de electricidad.
Sin embargo, la complejidad del problema requiere una mayor colaboración entre los sectores tecnológico y energético para crear un ecosistema más sostenible.
En este contexto, los países con condiciones climáticas favorables tienen una oportunidad única. Regiones con abundante luz solar, como zonas tropicales, pueden desarrollar grandes instalaciones de paneles solares para abastecer la creciente demanda de electricidad que exige la IA.
Por otro lado, los países con climas fríos podrían aprovechar las bajas temperaturas naturales para reducir el consumo energético en la refrigeración de los centros de datos.
Este tipo de medidas no solo permitirían un desarrollo más sostenible de la IA, sino que también crearían nuevas oportunidades económicas y de infraestructura.
Al optimizar el uso de los recursos disponibles, los países podrían posicionarse como líderes en la implementación de soluciones energéticas eficientes para una industria en rápido crecimiento.
El desafío es claro: mientras la IA continúa avanzando y se integra más profundamente en la sociedad, es fundamental que las empresas y los gobiernos trabajen juntos para encontrar el equilibrio entre el progreso tecnológico y la sostenibilidad ambiental.
La compañía subraya la urgencia de preparar las infraestructuras para el futuro, asegurando que el crecimiento de la IA no comprometa los recursos del planeta.
El desarrollo de la inteligencia artificial plantea no solo grandes oportunidades, sino también retos cruciales para la sostenibilidad.
Será clave que las empresas tecnológicas sigan innovando en la búsqueda de un futuro en el que el avance de la IA vaya de la mano con la protección del medio ambiente.