Anif pide ampliar y diversificar las fuentes de financiamiento

Colombia enfrenta un cuello de botella en infraestructura vial

Foto: Archivo Diario Occidente
martes 2 de diciembre, 2025

Colombia enfrenta un desafío estructural para financiar su infraestructura vial durante la próxima década.

Según un análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), el país debe invertir anualmente el equivalente al 1,1% del PIB hasta 2033 para cerrar la brecha en vías primarias.

Sin embargo, los mecanismos actuales de financiamiento resultan insuficientes para cubrir ese monto, abriendo un debate urgente sobre la necesidad de reformar las estrategias de inversión pública y privada.

El informe, liderado por José Ignacio López G., advierte que la principal restricción proviene del cupo de vigencias futuras para las Asociaciones Público-Privadas (APP), limitado al 0,8% del PIB.

Este margen —que además debe repartirse con otros sectores— compromete seriamente la posibilidad de ejecutar los proyectos carreteros que demanda el país, desde conexiones estratégicas hasta corredores logísticos esenciales para el comercio interno y las exportaciones.

ANIF subraya que esta brecha “crea un cuello de botella financieramente insostenible”, especialmente en un contexto de costos logísticos elevados, rezagos en competitividad regional y necesidades crecientes en sectores productivos como transporte, comercio y agroindustria.

Un impacto que trasciende la infraestructura

La dificultad para financiar la red vial va más allá del estado de las carreteras. Según el análisis, la infraestructura es un segmento transversal que afecta:

  • La competitividad empresarial, debido a sobrecostos en transporte y demoras logísticas.
  • La productividad nacional, especialmente en sectores agroindustriales que dependen de corredores eficientes.

El mercado laboral, ya que el desarrollo de infraestructura genera empleo directo e indirecto en múltiples cadenas de valor.

En ese sentido, ANIF señala que ampliar la inversión en infraestructura no solo tiene efectos económicos inmediatos, sino que constituye una política pública clave para impulsar el crecimiento sostenible.

Nuevas alternativas de financiamiento

Ante la insuficiencia del modelo tradicional —basado en APP, vigencias futuras y explotación comercial—, ANIF propone diversificar las fuentes de recursos con mecanismos ya disponibles, pero subutilizados.

Entre ellos se destacan:

1. Ampliación del programa Obras por Impuestos

El mecanismo, que permite a empresas destinar parte de su impuesto de renta a financiar proyectos públicos, ha mostrado resultados positivos.

Sin embargo, ANIF advierte que su alcance podría ser mucho mayor si se amplían los cupos y se extienden los territorios elegibles.

2. Uso estratégico del Sistema General de Regalías (SGR)

El informe plantea que las regalías deberían emplearse con un enfoque regional y no exclusivamente local, priorizando corredores estratégicos de alto impacto para la competitividad nacional.

3. Contribuciones de valorización

ANIF insiste en que este mecanismo —usualmente aplicado por municipios y departamentos— es una herramienta potente para proyectos de infraestructura, pero requiere ajustes normativos y una modernización del catastro para ser efectivo.

4. Concurrencia de fuente

Más que un nuevo instrumento, es una estrategia que combina recursos fiscales, privados, territoriales y multilaterales.

ANIF sostiene que esta figura debe fortalecerse mediante reglas claras, coordinación institucional y flexibilización normativa que permita financiar grandes obras que no pueden depender de una sola fuente de recursos.

Un llamado urgente a reformar el modelo

El análisis concluye que Colombia necesita ajustes profundos en política pública para evitar que su rezago vial se amplíe. La combinación de cupos limitados, crecimiento económico moderado y presión fiscal obliga a diseñar “un modelo de financiamiento más robusto, diversificado y sostenible”.

La advertencia es clara: sin nuevas fuentes de recursos y sin la modernización de los mecanismos existentes, el país difícilmente podrá ejecutar las obras que requiere para competir, integrarse y crecer en los próximos años.

El informe de ANIF se convierte así en una hoja de ruta para los decisores públicos, el sector privado y los entes territoriales, quienes deberán reconfigurar su estrategia financiera si quieren cerrar la brecha histórica en infraestructura vial que, según el centro de estudios, sigue siendo una de las principales limitaciones para la competitividad y el bienestar ciudadano.


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