Aumento de liquidez del Tesoro Nacional
El rompecabezas del crédito público
El Ministerio de Hacienda avanza en una estrategia que combina liquidez con eficiencia. Con una cuenta de la Dirección del Tesoro Nacional en mínimos históricos (cerca de $7 billones), se optó por conformar un portafolio de TES de reserva, que alcanzó en julio un saldo máximo de $14,78 billones, aunque en agosto cayó a $12,24 billones.
Esta reducción responde al canje de títulos y muestra cómo Hacienda se ha convertido en comprador natural en el mercado secundario, adquiriendo papeles con descuentos de hasta el 30%.
La magnitud de las compras (casi $15 billones) implicó un costo real cercano a $10 billones.
Costo de la deuda y eficiencia
El enfoque está en reducir el costo de los TES, lo que se traduce en menores primas de riesgo para el mercado.
Con un portafolio diversificado en monedas y plazos, el Estado busca no solo manejar vencimientos, sino también generar señales de confianza frente a los inversionistas locales e internacionales.
Diversificación y sostenibilidad
El gráfico de OMD refleja que en 2025 los TES recibidos por la Nación se concentraron en referencias largas como TES 50 ($11,1 billones) y TES 25 ($10,73 billones).
Esta apuesta fortalece la sostenibilidad del portafolio, al alargar plazos y mitigar riesgos de refinanciamiento.
Lectura crítica
Aunque la estrategia genera un “colchón” de liquidez, el hecho de que se haga en un contexto de tasas aún elevadas plantea dudas sobre el costo de oportunidad.
El portafolio de reserva reduce la volatilidad, pero al mismo tiempo expone al Gobierno al riesgo de valorizaciones negativas si las tasas suben.
El canje de julio–agosto evidencia la necesidad de administrar vencimientos inmediatos, pero abre interrogantes sobre la capacidad de mantener este nivel de intervención en el mediano plazo.