Nada afuera puede llenar lo que hace falta adentro

La basurita debajo de la alfombra

domingo 3 de febrero, 2019

Por: Julián Santa
CEO Plan E – Grupo Momentum

Milímetro a milímetro acumulamos el polvo que se decanta de la experiencia de vivir. Nos enseñaron que debíamos evitar el dolor a toda costa. De niño te caías y te daban una paleta para que no lloraras más.

No nos dejaban sufrir, por qué a nuestros padres les enseñaron que el sufrimiento es el enemigo y nadie lo merece. Aprendimos trucos para evitar lo inevitable y ahora los hacemos sin ayuda.

¿Tristeza? ¡nada que salir de compras no pueda solucionar! Al día siguiente nos damos cuenta que el sentimiento sigue allí, así estemos vestidos de seda.

Nos aferramos tanto a idea de que es una obligación estar siempre felices, que nuestra mente termina ocultando las heridas en lugares recónditos. Nos volvimos expertos en meter la “basurita emocional” debajo de la alfombra.

Como si moviendo el polvo de sitio, encontráramos una paz definitiva. Pero la realidad es que lo que no se sana se acumula.

Nos podemos engañar un tiempo e incluso llegar a creernos la historia de que nada nos perturba.

Pero hay un síntoma evidente de que el mugrero se está desbordando: evitamos estar a solas con nosotros mismos. Llenamos nuestros días con trabajo excesivo, vamos de pareja en pareja, armamos planes donde sea y nos entretenemos con el teléfono cada 3 minutos. Todo como un acto evasión inconsciente, de que la única salida es lavar la alfombra, la única salida es tomarse el trabajo de sanar y sanar no es otra cosa abrazar lo que sentimos aceptándolo tal y como ES.

Nada afuera puede llenar lo que hace falta adentro y todo aquello que no confrontamos está destinado a repetirse.

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