El consumo mantiene a flote el crecimiento
Economía colombiana habría crecido 2,9% en el segundo trimestre
Grafico: IA
La economía colombiana continuaría mostrando señales de resiliencia en el segundo trimestre de 2025, con un crecimiento anual estimado en 2,9%, según las proyecciones de Itaú.
Este desempeño, que representa un repunte frente al 2,7% registrado en los primeros tres meses del año, se apoya principalmente en la firmeza del consumo privado y público, así como en la recuperación parcial de sectores como entretenimiento, agricultura y comercio.
En términos trimestrales, el Producto Interno Bruto (PIB) habría crecido 1,0% frente al primer trimestre, lo que marca un segundo periodo consecutivo de expansión y confirma la salida del estancamiento que caracterizó buena parte de 2023.
Consumo: el motor que no se apaga
El informe de Itaú resalta que la demanda interna sigue siendo el principal pilar de crecimiento, con un consumo privado dinámico, especialmente en servicios relacionados con entretenimiento, turismo y gastronomía.
Este repunte responde tanto a la recuperación gradual de la confianza del consumidor como al mayor acceso a crédito en segmentos específicos, en un contexto de tasas de interés que, aunque aún elevadas, han comenzado a moderarse frente a los picos de 2024.
El consumo público también aportó positivamente, reflejando la ejecución de programas sociales y proyectos de inversión pública en infraestructura local.
Sin embargo, la entidad advierte que la sostenibilidad de este gasto dependerá del margen fiscal, que sigue presionado por un déficit estimado en torno al 5% del PIB.
Sectores con mejor y peor desempeño
- Entretenimiento y servicios culturales: Continúan liderando el crecimiento, beneficiados por eventos masivos, espectáculos y mayor gasto en actividades recreativas, tanto de residentes como de turistas internacionales.
- Agricultura: Presenta un comportamiento positivo, apoyado por cosechas favorables y mejores precios de exportación en productos como café y frutas.
- Comercio: Se recupera parcialmente tras un 2024 de contracción, impulsado por descuentos agresivos, campañas de e-commerce y estabilización del poder adquisitivo
- Minería y manufactura: Registran contracciones, afectadas por menores precios internacionales, caídas en volúmenes exportados y paradas técnicas en algunas plantas industriales.
- Construcción: Sigue en terreno negativo, impactada por la lenta ejecución de obras civiles y un mercado inmobiliario que aún no despega, a pesar de menores tasas de financiación hipotecaria.
Inflación y política monetaria: el otro lado de la ecuación
El crecimiento del PIB ocurre en un contexto de inflación persistente, que en julio se situó en 4,9% anual, interrumpiendo la tendencia descendente de los meses anteriores.
Esta resistencia en el nivel de precios, especialmente en la inflación básica (4,79%), podría limitar la capacidad del Banco de la República para acelerar recortes en la tasa de interés.
Itaú prevé que el banco central mantenga una postura cautelosa, con un posible recorte de 25 puntos básicos en septiembre, condicionado a que el próximo dato de inflación confirme señales de moderación. La proyección de cierre para la tasa de política se ubica en 8,75% a finales de 2025.
Escenario externo: oportunidades y riesgos
En el plano internacional, las condiciones podrían favorecer a Colombia en el corto plazo. Una eventual reducción de tasas por parte de la Reserva Federal en septiembre relajaría las condiciones financieras globales y podría atraer flujos de capital hacia mercados emergentes, beneficiando al peso colombiano y reduciendo presiones sobre la inflación importada.
Riesgos relevantes:
- Volatilidad en precios de materias primas, que afectaría a sectores clave como minería y agroexportaciones.
- Desaceleración de economías socias como Estados Unidos y China, que impactaría la demanda externa.
- Choques internos como paros o bloqueos que interrumpan cadenas de suministro.
Proyección para el cierre de 2025
Con el avance del primer semestre, Itaú mantiene su estimación de crecimiento para 2025 en torno al 2,7%-2,8%. Esto supondría una aceleración respecto al 0,9% registrado en 2024, pero aún por debajo del potencial de la economía, estimado en el 3,5%-4%.
El segundo semestre podría enfrentar un escenario mixto: por un lado, la estabilización del consumo y un eventual repunte de la inversión pública darían soporte al crecimiento; por otro, la persistencia de la inflación y la lenta recuperación de la inversión privada seguirán actuando como frenos.
El reto de sostener el impulso
El dato proyectado para el segundo trimestre confirma que Colombia ha dejado atrás la fase más aguda de desaceleración, pero también que su crecimiento sigue siendo frágil y dependiente de factores coyunturales.
La diversificación de motores de crecimiento, la mejora en competitividad y la estabilidad fiscal serán claves para consolidar un ciclo más robusto.