¿A qué debe estar atento el sector productivo este mes?

Vacaciones, informalidad, Congreso en cierre y presión fiscal

miércoles 4 de junio, 2025

A las puertas del segundo semestre, el país enfrenta un cruce complejo entre el dinamismo estacional por las vacaciones, un mercado laboral en transición, reformas aún sin definir, señales preocupantes sobre el déficit fiscal y una creciente presión internacional.

El equipo de economistas de Scotiabank Colpatria presentó su tradicional informe Las Cinco Económicas, que analiza los principales factores que marcarán la agenda económica del país durante junio.

Temporada vacacional: impulso al consumo y al turismo interno

El mes de junio es uno de los más activos para la economía colombiana debido al inicio del receso escolar, el alza en el turismo interno y una alta concentración de eventos culturales y comerciales.

Este periodo típicamente impulsa la actividad en sectores como transporte, hotelería, gastronomía, entretenimiento y comercio minorista.

Según estimaciones del equipo económico, el consumo en estas semanas podría contribuir a una expansión del PIB trimestral del 2,6%, en gran parte apalancado por el gasto de los hogares en actividades de ocio.

Festividades como el Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco en Neiva y el Reinado del Café en Calarcá, junto con múltiples ferias regionales, generan una derrama económica significativa.

No solo impactan directamente sectores como el turismo, sino que estimulan también la economía informal, que aprovecha la alta afluencia de público para ofrecer productos y servicios.

Sin embargo, el carácter informal de buena parte de esta actividad también pone en evidencia la dificultad para canalizar ese dinamismo hacia mejoras estructurales en el empleo o la productividad.

Empleo: ¿más trabajo, pero de menor calidad?

Los datos laborales más recientes muestran una tendencia positiva en términos de ocupación, pero con señales mixtas.

A medida que la economía se acelera en sectores como agricultura, comercio y servicios públicos, la tasa de desempleo ha mostrado una reducción sostenida durante el primer trimestre.

No obstante, el crecimiento del empleo se ha concentrado en sectores de baja formalización.

De hecho, mientras el empleo informal crece, se ha evidenciado destrucción de empleo en segmentos tradicionalmente formales.

Este fenómeno, según el análisis de Scotiabank Colpatria, se relaciona con los mayores costos laborales que enfrentan las empresas, lo que incentiva una migración hacia esquemas menos regulados.

Esto, a su vez, podría minar la sostenibilidad del sistema de seguridad social y limitar el aumento real del ingreso disponible en los hogares, afectando en el mediano plazo la calidad de la recuperación económica.

Cierre de legislatura: presión política y tensión fiscal

El 20 de junio culmina el actual periodo legislativo y el balance, hasta ahora, es incierto.

La negativa del Senado a la propuesta de Consulta Popular formulada por el gobierno fue un revés político significativo.

Sin embargo, seis días después, el Ejecutivo radicó un nuevo texto con 16 preguntas —12 sobre la reforma laboral y 4 sobre salud— reavivando el debate político en un momento de alta sensibilidad institucional.

A la par, el avance de las reformas estructurales es lento y fragmentado.

La reforma laboral aún debe pasar por dos debates y enfrentar una eventual conciliación.

La reforma a la salud, por su parte, se encuentra estancada y ahora enfrenta una discusión fiscal clave: su implementación podría costar entre 5,7% y 7,1% del PIB en la próxima década, según estimaciones del Ministerio de Hacienda.

Mientras tanto, la reforma pensional ya fue aprobada y está a la espera de revisión por parte de la Corte Constitucional, con su entrada en vigor prevista para el 1 de julio.

Este entorno regulatorio incierto añade presión a las decisiones empresariales, especialmente en lo relacionado con costos laborales, contratación formal y acceso a servicios de salud.

El nuevo Marco Fiscal: señales de alerta

Uno de los documentos más esperados del mes es el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2025, que se espera brinde claridad sobre las verdaderas condiciones de las finanzas públicas.

Hasta ahora, la meta de déficit fiscal planteada en el Plan Financiero —de -5,1% del PIB— ha sido ampliamente cuestionada por los analistas, quienes advierten que los supuestos de ingresos son demasiado optimistas y no hay un plan claro de recorte de gasto.

Desde Scotiabank Colpatria se estima que el déficit fiscal real podría ubicarse entre 6,0% y 7,4% del PIB este año, lo que implicaría necesidades de financiamiento adicionales por entre 22 y 48 billones de pesos.

Este desajuste podría comprometer el cumplimiento de la regla fiscal, presionar la deuda pública y, en un escenario adverso, afectar la calificación crediticia del país.

La sostenibilidad fiscal, por tanto, se perfila como una de las principales fuentes de incertidumbre económica para el segundo semestre.

Panorama internacional: tasas altas, deuda cara y clima tenso

En el frente internacional, junio estará marcado por decisiones clave en política monetaria, especialmente en Estados Unidos, donde la Reserva Federal podría revisar nuevamente sus proyecciones macroeconómicas y mantener una narrativa de tasas elevadas por más tiempo.

Esto tendría implicaciones directas sobre el costo de financiamiento externo para países emergentes como Colombia.

En Europa, el aumento del gasto en defensa y las tensiones fiscales también presionan los mercados.

Adicionalmente, las negociaciones comerciales globales siguen estancadas, con nuevos aranceles y disputas multilaterales en curso.

Todo este entorno genera alta volatilidad y encarece el acceso al crédito externo, justo cuando Colombia necesita captar más recursos para cerrar su brecha fiscal.

Junio será un mes de doble filo para la economía colombiana: por un lado, se esperan señales positivas del consumo y del turismo; por otro, la fragilidad fiscal, el empleo precario y el ruido político elevan los riesgos.

La atención de los analistas y empresarios estará puesta en tres elementos clave: la publicación del Marco Fiscal, las decisiones del Congreso y los movimientos en los mercados internacionales.

La capacidad del país para convertir este dinamismo estacional en una recuperación estructural dependerá, en gran medida, de la estabilidad de sus reglas de juego y del realismo de su planeación fiscal.


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