Se activó el proceso de sucesión en el Vaticano

El funeral del papa Francisco marcó el fin de una era: ¿qué sigue ahora para la Iglesia Católica?

sábado 26 de abril, 2025

El papa Francisco fue despedido en una ceremonia solemne celebrada en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles, autoridades eclesiásticas y delegaciones oficiales lo acompañaron en su último adiós.

El funeral del papa Francisco, que tuvo lugar el 26 de abril de 2025, reunió a más de 150 representaciones internacionales, en un acto marcado por el recogimiento, la emoción y el homenaje global.

Su ataúd estuvo expuesto en la Basílica de San Pedro durante varios días, permitiendo a los fieles presentar sus respetos.

Posteriormente, el cuerpo fue trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, un gesto que rompe con la tradición de sepultar a los pontífices bajo la Basílica de San Pedro.

En su tumba, ubicada entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, solo se puede leer una sencilla inscripción: “Franciscus”.

Desde el 27 de abril, la tumba quedará abierta para las visitas públicas.

Un funeral que marca el fin de una era

El funeral del papa Francisco marcó el fin de una era en la Iglesia Católica.

Con cantos, oraciones y gestos cargados de simbolismo, el Vaticano despidió al primer pontífice latinoamericano de la historia, en una ceremonia que quedó grabada en la memoria del cristianismo contemporáneo.

La elección de una ceremonia austera, alejada del esplendor tradicional, reflejó fielmente el carácter sencillo y pastoral que ha definido el pontificado de Francisco.

Miles de personas, tanto en Roma como en todo el mundo, siguieron el evento a través de transmisiones en vivo, consolidando la trascendencia histórica de este momento.

¿Qué ocurre tras el entierro?

Tras el funeral, la Iglesia Católica activó de inmediato el proceso de sucesión.

La declaración de “Sede Vacante” puso en marcha una serie de procedimientos establecidos en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, normativa que regula el interregno entre los pontificados.

Durante los próximos días, el Colegio Cardenalicio se encargará de la administración provisional de la Iglesia.

Mientras tanto, los preparativos para el cónclave avanzan, con la llegada de cardenales electores a Roma y la organización de reuniones preliminares llamadas “congregaciones generales”.

Estas congregaciones permiten a los cardenales discutir la situación de la Iglesia, las cualidades deseables en el nuevo pontífice y establecer las normas logísticas para el cónclave.

El cónclave: así será la elección del nuevo papa

El cónclave, palabra que significa “bajo llave”, comenzará entre 15 y 20 días después del funeral del papa Francisco.

Participarán todos los cardenales menores de 80 años, aproximadamente entre 133 y 135 electores.

El primer día de cónclave, los cardenales celebrarán una misa en la Basílica de San Pedro.

Después, en solemne procesión, se dirigirán a la Capilla Sixtina, donde quedarán encerrados hasta que elijan al nuevo pontífice.

Cada jornada contempla hasta cuatro votaciones secretas: una la primera tarde y dos por la mañana y tarde en los días siguientes.

Para que la elección sea válida, un candidato debe obtener dos tercios de los votos emitidos.

Tras cada votación, las papeletas se queman: humo negro indica que no hay acuerdo; humo blanco, que hay un nuevo papa.

Para garantizar la claridad del humo, se utilizan productos químicos específicos que marcan la diferencia visual de los colores.

Una vez elegido el nuevo papa, se realiza el tradicional anuncio “Habemus Papam” desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, seguido por la primera bendición apostólica Urbi et Orbi.

Cinco favoritos para suceder a Francisco

A medida que se acerca el cónclave, han surgido nombres que concentran gran parte de las expectativas y apuestas.

Cada uno representa tendencias distintas dentro de la Iglesia.

Pietro Parolin: diplomacia y experiencia

El cardenal italiano Pietro Parolin, de 70 años, es uno de los principales asesores diplomáticos de Francisco.

Su experiencia en la Curia Romana y su habilidad para mediar entre facciones progresistas y conservadoras lo posicionan como un candidato fuerte.

No obstante, sus posturas conservadoras en temas sociales, como su crítica al matrimonio igualitario, y su perfil institucional podrían alejar a quienes buscan un líder más pastoral.

Luis Antonio Tagle: carisma y apertura

El cardenal filipino Luis Antonio Tagle, de 67 años, es llamado el “Francisco asiático” por su enfoque inclusivo y su cercanía con los pobres.

Su apertura hacia temas LGBTQ+ y su popularidad entre sectores progresistas lo hacen atractivo para una Iglesia en busca de renovación.

Sin embargo, su relativa juventud y su falta de experiencia administrativa generan incertidumbre sobre su capacidad para manejar las complejidades del Vaticano.

Fridolin Ambongo: voz africana en ascenso

Fridolin Ambongo, de 65 años y originario de la República Democrática del Congo, es una figura importante en la defensa de la paz y la pluralidad religiosa en África.

Su perfil conservador en temas culturales podría atraer a cardenales tradicionalistas.

A pesar de ello, algunos consideran que su enfoque regional podría limitar su visión de la misión universal de la Iglesia.

Peter Turkson: experiencia internacional

El ghanés Peter Turkson, de 76 años, tiene un papel destacado en la Curia y en temas sociales, como la despenalización de relaciones homosexuales en su país.

Su experiencia y apertura social son puntos a su favor.

No obstante, su avanzada edad y su declaración pública de que no desea el papado podrían restarle apoyo dentro del cónclave.

Péter Erdő: rigor y tradición

El cardenal húngaro Péter Erdő, de 72 años, representa el ala intelectual conservadora de la Iglesia.

Su experiencia en liderazgo eclesiástico europeo y su compromiso con el diálogo ecuménico lo presentan como una figura de continuidad.

A pesar de ello, su rigidez en temas como el divorcio y las parejas del mismo sexo podría dificultar su aceptación en un cónclave que busca proyectar una imagen más inclusiva.

Un momento decisivo para la Iglesia Católica

El funeral del papa Francisco ha cerrado un capítulo significativo en la historia de la Iglesia.

Ahora, el mundo católico y la comunidad internacional observan atentos el desarrollo del cónclave, del cual emergerá un nuevo líder espiritual.

El nuevo pontífice tendrá la tarea de continuar los procesos de renovación impulsados por Francisco o, por el contrario, trazar un rumbo distinto.

Su elección marcará no solo el futuro de la Iglesia, sino también su papel en un mundo cada vez más complejo y diverso.


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