Especulaciones sobre su futuro
El Vaticano se prepara ante la incertidumbre: qué pasará con la Iglesia si el Papa Francisco no se recupera
El Papa Francisco sigue hospitalizado en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma desde el 14 de febrero de 2025 a causa de una neumonía bilateral.
A pesar de que su estado mostró una leve mejoría, su salud sigue siendo un tema de preocupación en el Vaticano.
Mientras tanto, comenzaron las especulaciones sobre quién podría sucederlo en caso de que su condición empeore.
¿Quiénes podrían suceder al Papa Francisco?
El eventual reemplazo del Papa Francisco es un tema que genera interés dentro y fuera del Vaticano.
Aunque el cónclave se lleva a cabo en estricto secreto y no hay un candidato oficial antes de la votación, varios nombres se perfilan como los principales contendientes para convertirse en el próximo líder de la Iglesia Católica.
Uno de los más mencionados es el cardenal Luis Antonio Tagle, de Filipinas.
A sus 67 años, es visto como un continuador de la línea progresista del Papa Francisco.
Su cercanía con los sectores más humildes y su visión de una Iglesia más inclusiva lo convierten en un candidato fuerte.
Actualmente, se desempeña como prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y ganó reconocimiento por su capacidad de comunicación y liderazgo.
Otro nombre en la lista es el del arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, de 69 años.
Es presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y trabaja en iniciativas de mediación y resolución de conflictos, lo que lo hace un perfil atractivo para liderar la Iglesia en tiempos de división global.
Desde el ala conservadora, el cardenal Raymond Leo Burke, de 76 años y originario de Estados Unidos, representa una posible opción.
Es un férreo opositor a varias reformas del Papa Francisco y ha sido un referente dentro del sector tradicionalista del Vaticano.
Su elección significaría un cambio de rumbo hacia posturas más conservadoras en temas como la moral sexual y el papel de la Iglesia en la sociedad.
Otro candidato con una postura similar es Willem Eijk, arzobispo de Utrecht en Países Bajos, quien ha manifestado críticas hacia las políticas de apertura de la Iglesia.
A sus 71 años, es considerado un intelectual dentro del clero y cuenta con respaldo de sectores más tradicionales.
Dentro de las opciones más equilibradas entre ambas corrientes, destacan Peter Turkson, de Ghana, y Pietro Parolin, de Italia.
Turkson, de 76 años, es un referente del catolicismo en África y es visto como un candidato que podría fortalecer la presencia de la Iglesia en ese continente.
Por otro lado, Parolin, de 70 años, es actualmente el Secretario de Estado del Vaticano, lo que lo convierte en un candidato con gran experiencia diplomática y administrativa dentro de la Santa Sede.
El próximo Papa será elegido en cónclave por los cardenales electores, menores de 80 años, en votaciones secretas dentro de la Capilla Sixtina.
Hasta que haya un resultado definitivo, las papeletas de votación se queman tras cada ronda, emitiendo humo negro si no hay consenso y humo blanco cuando se elige un nuevo pontífice.
El estado de salud del Papa Francisco y los protocolos del Vaticano
Mientras crecen las especulaciones sobre su sucesión, el Papa Francisco continúa bajo tratamiento en el hospital.
Según los últimos reportes médicos, su estado mostró una leve mejoría, manteniéndose afebril y con parámetros hemodinámicos estables.
Aunque la neumonía bilateral que padece es grave, logró respirar sin asistencia mecánica, lo que representa un signo positivo.
A pesar de su hospitalización, el Papa Francisco sigue trabajando desde el hospital, manteniendo reuniones con sus colaboradores y revisando documentos.
Sin embargo, los médicos advirtieron que, debido a su edad y sus condiciones preexistentes, como la bronquiectasia crónica y la bronquitis asmática, su estado sigue siendo delicado.
Se espera que permanezca internado al menos una semana más para completar su tratamiento.
Hasta el momento, no se confirmó una posible fecha de alta ni cambios en su agenda pública.
Ante esta situación, circularon rumores sobre supuestos preparativos para su funeral.
Sin embargo, la Guardia Suiza negó estas versiones, asegurando que las actividades en el Vaticano siguen con normalidad.
No obstante, algunas fuentes señalaron que la Santa Sede podría estar tomando medidas generales ante la incertidumbre.
Cambios en el protocolo funerario
El Papa Francisco realizó cambios en el protocolo funerario de los pontífices, simplificando algunos rituales y reduciendo la cantidad de ataúdes a uno en lugar de tres.
También manifestó su deseo de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en lugar de la tradicional tumba en la Basílica de San Pedro.
Si el Papa Francisco llegara a fallecer, se activaría un protocolo establecido por la Iglesia Católica.
Primero, el camarlengo, el cardenal encargado de administrar los asuntos del Vaticano en ausencia del Papa, certificaría su muerte.
Luego, se sellarían sus habitaciones privadas y se destruiría el Anillo del Pescador para evitar su uso fraudulento.
Después del funeral solemne en la Basílica de San Pedro, los cardenales serían convocados a Roma para iniciar el cónclave, en el cual se elegiría al próximo líder de la Iglesia.
El proceso puede durar días o incluso semanas, dependiendo del consenso entre los cardenales electores.
Por ahora, la prioridad sigue siendo la recuperación del Papa Francisco.
Mientras el mundo católico sigue de cerca su estado de salud, el Vaticano mantiene sus protocolos listos ante cualquier eventualidad.