Científicos revelan una estructura interestelar sin precedentes

Encuentran nube molecular cerca a la tierra ¿Es un peligro?

Foto: Pixabay
jueves 1 de mayo, 2025

La comunidad científica internacional anunció el descubrimiento de Eos, una gigantesca nube molecular de hidrógeno ubicada a tan solo 300 años luz de la Tierra, en el borde de la llamada Burbuja Local que rodea nuestro sistema solar.

Este hallazgo marca un hito en la astrofísica moderna, no solo por la magnitud y proximidad de la estructura, sino porque Eos no representa ningún peligro para la Tierra ni para el sistema solar.

Por el contrario, su cercanía se considera una oportunidad sin precedentes para estudiar las propiedades del medio interestelar, el material que llena el espacio entre las estrellas y que actúa como semilla para la formación de nuevas estrellas y planetas.

Según los investigadores, Eos no representa ningún peligro para la Tierra ni para el sistema solar. Debido a su proximidad, la nube de gas ofrece una oportunidad única para estudiar las propiedades de una estructura dentro del medio interestelar.

Universo molecular

Eos, según los científicos, destaca por ser la primera nube molecular detectada mediante la observación directa de la emisión de hidrógeno molecular en el ultravioleta lejano, gracias a la técnica de fluorescencia captada por el espectrógrafo FIMS-SPEAR, instalado en el satélite surcoreano STSAT-1.

Esta innovadora metodología permitió identificar una nube que había permanecido invisible a los métodos tradicionales, los cuales suelen basarse en la detección de monóxido de carbono a través de observaciones de radio e infrarrojos.

El descubrimiento de Eos abre una nueva era en la investigación del universo molecular, permitiendo medir directamente cómo nacen y se disuelven las nubes moleculares y cómo una galaxia transforma gas y polvo en nuevas estrellas y planetas, indicaron los expertos.

Características

Eos es una nube de hidrógeno molecular con forma de medialuna. Su extensión aparente equivale a 40 veces el diámetro de la Luna llena y su masa es aproximadamente 3.400 veces superior a la del Sol.

Los modelos desarrollados por el equipo científico indican que la nube podría evaporarse en unos seis millones de años.

Su naturaleza “oscura”, es decir, la escasez de monóxido de carbono, explica por qué había pasado desapercibida hasta ahora a pesar de su tamaño y proximidad.

El medio interestelar, donde se encuentra Eos, es fundamental para la formación de nuevas estrellas.

La posibilidad de estudiar de cerca una nube molecular tan cercana y masiva permitirá a los astrónomos comprender mejor los procesos de nacimiento y evolución de sistemas solares.

Además, la técnica utilizada para descubrir Eos podría revelar muchas otras nubes ocultas en la galaxia, ampliando el horizonte de la exploración cósmica.


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