Una historia que florece entre montañas

Natalia Álvarez Hoyos: leer para transformar Siloé

martes 24 de junio, 2025

Natalia Álvarez Hoyos irradia convicción, dulzura y una pasión auténtica por servir. Su sonrisa inspira confianza y su voz transmite certeza.

Cree profundamente en el poder transformador de las historias, y lo pone en práctica todos los días desde Nuestro Cuento, una iniciativa que nace del amor por los libros y crece al ritmo de los pasos de la infancia en Siloé. Cuando los libros salvan

Desde muy joven, Natalia sintió que los libros eran algo más que objetos: eran amigos, refugio, sentido. “Cuando fui niña, la lectura me dio confianza, propósito, y eso es lo que quiero compartir hoy”, explica.

Esa convicción la llevó a iniciar hace más de diez años un trabajo comunitario con niños en El Calvario, y luego en Siloé, donde el proyecto tomó forma propia.

Nuestro Cuento es hoy un espacio donde se mezclan la literatura, la oralidad y el juego como herramientas pedagógicas para formar lectores, pensadores y soñadores.

El día que Siloé dejó de ser miedo

La llegada a Siloé no fue planeada. Fue una respuesta del corazón. Un niño que Natalia y su esposo habían acogido temporalmente, víctima de abandono, fue dejado por su madre en este sector.

Natalia, decidida a protegerlo, fue de puerta en puerta a buscarlo. En el camino, conoció a madres, líderes y familias que la invitaron a quedarse, a construir desde la palabra.

Nos tomamos las calles, los andenes y los parques para leer en voz alta. Convertimos el miedo en encuentro y los libros en puentes”, recuerda.

Silolee: una casa de cuentos en la Comuna 20

En 2021, Nuestro Cuento fue reconocido con el Premio Cívico de Compromiso Valle, un impulso decisivo que permitió consolidar la propuesta pedagógica y hacer realidad uno de sus mayores sueños: contar con una sede propia.

Gracias a este reconocimiento, nació Silolee, una casa mágica en el corazón de la Comuna 20 donde los libros, el juego y la imaginación se entrelazan para transformar vidas.

La Casita Silolee, un espacio que parece sacado de un cuento de hadas. Sus estanterías coloridas, murales y rincones llenos de libros atrapan a los niños desde que cruzan la puerta.

Aquí no vienen solo a leer, vienen a habitar historias, a sentirse protagonistas”, cuenta Natalia.

Silolee es más que una sede: es un refugio emocional, un lugar donde la literatura se vuelve juego, expresión y comunidad.

Sembrar sentido

Nuestro Cuento no solo enseña a leer. Enseña a confiar, a imaginar y a resistir desde la palabra.

Natalia cree que cada niña y niño tiene un potencial enorme que merece ser acompañado con amor y herramientas. Y eso es lo que hace: acompañar, creer, sembrar.

Desde la Comuna 20, esta lideresa demuestra que no se necesita un aula para enseñar, sino una intención clara y una voz dispuesta. Porque cuando se siembran palabras, también se siembra futuro.


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