Una comunidad a la vez
Liliana Fernández Calambres: transformando a Villacarmelo
En el corregimiento de Villacarmelo, a las afueras de Cali, reside una figura que tejió su nombre en el tapiz del liderazgo comunitario: Liliana Fernández Calambras.
En un área donde el verde de los campos y la calidez de su gente contrastan con la ausencia del desarrollo, Liliana emerge como un faro de esperanza, dedicada a impulsar el progreso y el bienestar de su comunidad.
Su viaje hacia el activismo comunitario se gestó desde lo más profundo de su ser, motivada por un anhelo compartido por muchos: crear un entorno propicio para el crecimiento y la felicidad de sus hijos, una tierra donde puedan florecer sin limitaciones.
“Mi motivación fue trabajar por la comunidad en la falta de desarrollo del medio ambiente y del buen vivir y también tener un espacio adecuado para mis hijos a futuro”, aseguró.
Liliana comenzó su travesía como líder comunitaria, sumergiéndose en las raíces de su tierra y conectándose con las necesidades de su gente.
Su compromiso y dedicación pronto llamaron la atención, y fue así como ascendió a la posición de edil de la comuna, un papel que abrazó con humildad y determinación.
Un edil es un representante electo a nivel local que forma parte de una junta administrativa encargada de gestionar asuntos comunitarios.
Entre las funciones de se incluyen representar los intereses de la comunidad ante las autoridades municipales, participar en la toma de decisiones sobre temas como el desarrollo urbano, la infraestructura, la educación y la salud, así como gestionar proyectos y recursos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en su jurisdicción.
Es por esto, que Lilina desempeña un papel crucial en el gobierno local, actuando como vínculo entre la administración municipal y la comunidad de Villacarmelo.
Desafiando la adversidad: los obstáculos en el camino de Liliana
El camino de Liliana en la labor social no estuvo exenta de obstáculos. En la vasta extensión rural de Villacarmelo, la participación ciudadana es un desafío constante, agravado por el abandono y la falta de reconocimiento por parte de las autoridades estatales.
“El mayor desafío que hemos enfrentado en la zona rural es la participación de la comunidad y el olvido o el abandono del estado, porque no nos valoran como territorio ambiental, a pesar de que tenemos poca población, siempre tenemos un abandono del estado”, aseguró Liliana.
A pesar de estos obstáculos, los logros de Liliana no pasan desapercibidos. Su incansable labor dio frutos tangibles, transformando lentamente el paisaje de Villacarmelo y otorgando a su comunidad una voz que resuena en todo el valle.
Entre los logros más destacados se encuentran proyectos que han mejorado la infraestructura vial, educativa y turística, así como iniciativas destinadas a preservar el entorno natural de la región.
Construyendo puentes: la búsqueda de del cambio verdadero
Pero más allá de los proyectos y las estadísticas, el verdadero corazón del trabajo de Liliana reside en su relación con la comunidad.
A lo largo de los años, cultivando lazos sólidos con diferentes grupos y organizaciones, fomentando un espíritu de colaboración y solidaridad que trasciende las fronteras del corregimiento.
“Se ha construido una buena relación con los diferentes grupos, participando y apoyando sus iniciativas y conformando comités donde la gente expresa sus necesidades y sus carencias para así poder llegar a tener un proyecto o una propuesta articulada para el estado”, afirmó Liliana.
En su búsqueda de un cambio duradero, Liliana busca aliados en todas partes. Desde entidades territoriales hasta organizaciones no gubernamentales locales, trabajando incansablemente para forjar alianzas que impulsen el progreso de su comunidad.
Sin embargo, reconoce que el apoyo externo, especialmente del gobierno municipal, es insuficiente.
“Es muy poco el apoyo que hemos recibido desde afuera, desde el estado, desde la gobernanza, de la municipalidad. Ellos se enfocan donde hay mucha más comunidad y mucho más impacto, pero a la zona rural no. No la deberían de tipificar (el apoyo) por cantidad de población, sino por el valor ambiental y de cuidado ecológico a la que nos hemos entregado como cuidadores del medio ambiente y de nuestro territorio”, afirmó Liliana.
A pesar de estos desafíos, Liliana continúa su lucha con valentía y determinación. Con cada paso que da, está pavimentando el camino hacia un futuro más brillante para Villacarmelo y todas las comunidades rurales que comparten su destino.