Mellany Barrios Cortez: de artista a defensora de derechos en la Comuna 13

Mellany Barrios Cortez, una voz vibrante del barrio El Vergel en la Comuna 13 de Cali, no siempre supo que su camino estaría marcado por el liderazgo social.

Su trayectoria se fue delineando a partir de las experiencias de su infancia, cuando aprendió sobre las obligaciones, deberes y derechos que debía atender en su hogar.

Sin embargo, la vida le mostró que muchas familias y comunidades carecían de esta educación básica, lo que la impulsó a tomar acción.

Enfrentar las problemáticas familiares y barriales desde una edad temprana le permitió a Mellany comprender que muchas de las dificultades que enfrentaba su comunidad derivaban de la falta de educación en derechos y deberes.

Esta comprensión la motivó a iniciar un cambio en su entorno, enfocándose en la educación de los niños sobre sus derechos fundamentales.

Mellany recuerda con claridad cómo las lecciones sobre el artículo 44 de la Constitución, que protege los derechos de los niños, le dieron la inspiración para sus futuras iniciativas.

Cine, música y freestyle: las armas de Mellany

Una de sus primeras iniciativas fue ‘cine al barrio’, un proyecto que Mellany lanzó en la esquina de la calle 42 de su barrio.

Este espacio, que antes estaba asociado con actividades negativas, se transformó en un lugar de seguridad y recreación gracias a su intervención.

Mellany y su equipo organizaron proyecciones de películas durante tres años, creando un ambiente positivo donde los niños y sus familias pueden disfrutar y aprender juntos.

Pero su trabajo no se detiene en el cine comunitario. Como artista, encontró en la música un canal poderoso para expresar y transformar realidades.

Es miembro del grupo musical Morfina, junto con dos compañeros más, donde narran sus experiencias de vida y cómo se enfrentaron a los diferentes desafíos.

El freestyle es otra herramienta que Mellany utiliza para llegar a los jóvenes. Participa en “Rompiendo fronteras por la paz”, una iniciativa que organiza batallas de freestyle en el bulevar del oriente.

Estas batallas no solo son una forma de entretenimiento, sino también una manera de enseñar a los jóvenes a manejar sus emociones y a resolver conflictos de manera constructiva.

Mellany vio de primera mano cómo estas actividades pueden cambiar la perspectiva de los participantes, ayudándoles a encontrar una salida positiva a sus frustraciones.

De la lucha interna a la influencia colectiva

A lo largo de su trayectoria, Mellany enfrentó numerosos desafíos. Uno de los más grandes fue la confrontación consigo misma.

Aceptar que había aspectos de su persona que necesitaban mejorar y renunciar a ciertas actitudes para construir una imagen sólida como líder no fue fácil.

Ganarse la confianza y el respeto de su comunidad fue un proceso arduo, pero su perseverancia dio frutos. Mellany destacó la importancia de entender que el liderazgo no es solo una cuestión individual, sino una construcción colectiva.

El ser mujer en un ámbito dominado por hombres añadió otra capa de dificultad a su camino. A menudo, sus palabras y contribuciones no eran tomadas en serio.

Sin embargo, Mellany aprendió a encontrar espacios donde su voz fuera escuchada y valorada. Esta resiliencia la ayudó a construir relaciones sólidas y a fortalecer los lazos dentro de su comunidad.

Mellany transformó la comunicación comunitaria

La capacidad de los niños, jóvenes y adultos de su comunidad para expresarse y participar en discusiones constructivas es uno de los logros más significativos de Mellany.

En un sector como el distrito de Aguablanca, donde las dificultades sociales son prevalentes, ver a los miembros de su comunidad desarrollarse de esta manera es un logro total para ella.

Mellany mide el impacto de sus iniciativas en acciones simples, pero significativas, que demuestran el cambio positivo que ha generado.

También trabajó en colaboración con diversas organizaciones y líderes sociales. Participó en iniciativas no-gubernamentales como Polifónica, La Carrilera y La 70, que son, en sus palabras, agentes que se “dan la pela” y saben abrir sus propias puertas.

Estas colaboraciones son fundamentales para el éxito de sus proyectos. Además, contó con el apoyo de la institución policial, con quienes desarrolló procesos positivos para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

El legado de Mellany Barrios Cortez

La historia de Mellany Barrios Cortez no es solo un relato de superación personal, sino también un ejemplo de cómo la educación, la cultura y la perseverancia pueden transformar comunidades.

A través de sus diversas iniciativas, demostró que es posible cambiar el rumbo de una comunidad, creando espacios seguros y positivos donde antes solo había conflicto y desesperanza.

El impacto de su trabajo se siente en cada rincón de la Comuna 13. Los niños que ahora disfrutan de las proyecciones de “Cine al Barrio” y participan en las batallas de freestyle encontraron nuevos modelos a seguir y aprendieron a expresarse de manera constructiva. Los adultos que participan en sus iniciativas comenzaron a ver la importancia de la educación en derechos y deberes, y empezaron a aplicar estos principios en sus propias vidas.

Mellany Barrios Cortez continúa su labor con la misma pasión y determinación que la caracterizan. Su objetivo es claro: seguir educando, inspirando y transformando su comunidad.

Cada paso que da es un testimonio de su compromiso con la construcción de un futuro mejor para la Comuna 13.

Su historia es un recordatorio poderoso de que, con dedicación y esfuerzo, es posible generar cambios significativos y duraderos.

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