Evaluación formativa
En todos los procesos académicos se plantean objetivos a alcanzar, y estos se deben demostrar de alguna manera. La evaluación siempre ha tenido un papel importante en la educación, como nos plantean Benavides y Jorge (2015) ¨la evaluación se trata del proceso por medio del cual se verifican resultados¨, siempre esperando que esa evaluación sea el resultado de un proceso formativo.
En general, en todos los procesos de enseñanza aprendizaje en las instituciones de educación en todos sus niveles se plantea una evaluación formativa, se pretende llevar a los estudiantes desde el punto en el cual se encuentran hasta alcanzar el objetivo de estudio, eso debe ser tanto grupal como individualmente. Lustosa de Oliveira y otros (2017) argumentan que ¨la evaluación formativa busca comprender el paso a paso del aprendizaje de los estudiantes; la formación y no la clasificación de estos¨.
Desafortunadamente, igual que muchos procesos en la educación actual, lo plasmado en documentos oficiales no necesariamente se da en los procesos académicos, y son muchos los factores influyentes en este resultado final. Las pretensiones internas de cada institución, los tiempos asignados a los procesos, la verdadera comprensión de los profesionales de la enseñanza acerca de la evaluación formativa y sus resultados y también la compresión de esta por parte de los estudiantes en sus procesos.
Andrade y Cizek (2010) propusieron que la evaluación formativa debe ¨informar acerca del aprendizaje de los estudiantes a los profesores y directivos para orientarlos en la planeación de la enseñanza y retroalimentar a los estudiantes sobre su propio avance¨. Esto, teniendo en cuenta que el objetivo final de la educación es guiar a los estudiantes a alcanzar sus metas de aprendizaje.
Por todo esto, es muy relevante que la educación se encamine hacia poner en acción lo plasmando en documentos acerca de la evaluación formativa y así poder llevar procesos de enseñanza aprendizaje a alcanzar sus objetivos y que estos se hagan observables a través de una evaluación de los procesos y no una medición numérica de los estudiantes.