A votar por el Valle

Edwin Maldonado

Aunque muchos no lo sepan, en gran parte de los países no hay oportunidad de que el pueblo elija a sus líderes públicos y gobernantes. De acuerdo al Índice de Democracia de The Economist de 2021, cerca de un 37% de la población mundial está gobernada por un régimen autoritario, en el cual ni siquiera existe el voto, y solo el 47%, menos de la mitad de la población del planeta vive en algún tipo de democracia.

Algunos dirían que la mayoría de las democracias son imperfectas, y podríamos estar de acuerdo, porque ningún modelo es perfecto, pero hasta ahora no hay un modelo mejor para lograr concertar los intereses y dirimir las diferencias en una sociedad.

Colombia es uno de esos países en donde existe la democracia, con libertades económicas y civiles enmarcadas en la Constitución, que nos permiten tener espacios de deliberación y reflexión, y sobre todo el derechos a elegir. Por lo cuál el poder que se tiene en nuestras manos puede verse como un privilegio, más en un contexto en que muchos países han presentado recorte de libertades civiles en los últimos años.

Quiero aprovechar este espacio para mandar un mensaje a las personas que muchas veces no votan, para las que no creen en la política, para las que no saben por quién votar, para las que votan por las encuestas, para las personas que piensan votar porque es el candidato de alguien, por miedo u odio, o porque creen que su candidato es el único que va a resolver todos los problemas del país de una forma mágica.

Por favor, voten el próximo 13 de marzo, tendremos la oportunidad de elegir los representantes en el congreso de la República y en esta ocasión también elegir el candidato de nuestra preferencia en las tres consultas presidenciales. Así no nos guste la política, lastimosamente los políticos toman las decisiones más importantes que nos afectan de una o otra manera en nuestro diario vivir, después no se quejen porque los políticos roban o no hacen lo que se necesita, sino votamos, tenemos el poder de devolverle la legitimidad de la política.

Pero no votemos indignados, votemos con conciencia. Nunca nos han faltado razones para estar indignados, pues a pesar de haber mejorado en muchos aspectos, todavía es alta la pobreza y la desigualdad, son muchos los problemas estructurales que arrastramos y está insatisfacción sobre la economía genera indignación.

Esa indignación ha hecho que vivamos envueltos en una serie de enfrentamientos civiles y hasta triviales a lo largo de nuestra historia; entre bolivarianos y santanderistas, artesanos y librecambistas, federalistas y centralistas, conservadores y liberales. Recientemente lo vivimos entre los que apoyaban el Sí o el No en el proceso de paz.

En nuestras familias hay personas que votaron por el No y se quejan por que a pesar de eso firmaron el acuerdo de paz, también están los que votaron por el Sí y se quejan por que no se ha implementado completamente, tenemos amigos que son Uribistas o Petristas, de derecha o de izquierda, muy activos o indiferentes, pero a pesar de las diferencias todos de alguna manera tenemos razón y tenemos nuestros motivos para estar indignados y esto generación division.

Como no hemos superado muchas cicatrices que nos han dejado los conflictos ni los problemas estructurales, seguimos peleando e indignados por lo mismo. Pero ya basta de la indignación y división, ya es hora de tener un país que no esté dividido, que aprendamos que podemos ser diferentes sin ser enemigos y nos enfoquemos en los verdaderos problemas, que están relacionados con el acceso equitativo a oportunidades de tener una mejor calidad de vida, educación, trabajo, salud, vivienda, etc.

Es claro que todo esto implica un cambio, Colombia precisa de transformaciones que permitan que el crecimiento se refleje en mayor equidad y en mayor acceso a oportunidades. Es evidente que todos queremos un cambio, pero la pregunta es, ¿qué tipo de cambio?.

Este cambio no se consigue de manera mágica con propuestas de difícil implementación, ni de la noche a la mañana. Esto es un proceso largo que necesita la unión y el trabajo de todos, la concertación y diálogo con diferentes actores de la vida pública, no sólo el presidente sino también los congresistas, los mandatarios de todas las regiones y de todos los partidos políticos, todos tienen algo que aportar.

Ahora pregúntese, quién de los candidatos al congreso o a presidencia, puede aportar para hacer que todos estos cambios que necesitamos para transformar el país, se hagan de manera pacífica, responsable y concertada con todo el país.

En el caso particular del Valle del Cauca, preguntemos quiénes pueden contribuir a unirnos como región para aprovechar nuestro alto potencial y superar nuestros problemas, porque sólo unidos es que podremos salir adelante. Ojalá elijamos representantes a la cámara con propuestas realistas y que demuestren capacidad de trabajo y gestión, y ojalá votemos al Senado por candidatos de nuestra región, y que estos sean capaces de unirse y articularse en pro de intereses comunes y no particulares.

Sé que tal vez soy un soñador, pero lo soy convencido de que Colombia es un país de mucho potencial y que no está tan mal como unos por populismo, nos quieren hacer ver, para exagerar la indignación, y que votemos con rabia.

No podemos negar que hay cosas que están mal, pero los problemas económicos que tenemos nunca las podremos superar si seguimos cómo vamos, peleando entre nosotros y eligiendo a políticos malos, para después indignarnos y quejarnos.

En vez de quejarnos votemos por políticos que nos ayuden a superar la polarización, que tengan propuestas realistas, y que tengan la capacidad para liderar grandes cambios en los que participen todos los colombianos. Particularmente en un departamento tan diverso como el Valle , necesitamos que haya seguridad, justicia, oportunidades y confianza para todos; para pobres, de clase media y ricos; para campesinos o citadinos; para blancos, negros, mestizos, indígenas, etc.; para empresas pequeñas, medianas y grandes, para todos los sectores económicos.

Tómense el tiempo para analizar las propuestas y la trayectoria del candidato por el que piensan votar, pero no lo hagan solamente por que alguien le dijo, por una ayuda particular, ni mucho menos por un pago. Voten libres y por convicción, porque creen en las propuestas que leen en sus candidatos, confían en que su candidato las pueden implementar, acá no está en juego lo que le pasé a usted solamente, sino el futuro de la la región y el país.

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viernes 11 de marzo, 2022

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