Belisario Marín

Paola Andrea Arenas

La partida del empresario del turismo Belisario Marín Montes, nos sorprendió a todos. Cómo creer que este amigo de quien aprendimos a través de historias y anécdotas, cómo había librado y ganado las más duras batallas, perdiera ahora, la que terminara cobrando su vida por causa de esta desdichada pandemia que ya se ha llevado consigo a tantos seres valiosos de nuestras vidas.

Dedico esta columna al gran Belisario Marín, uno de los colombianos a quien más he admirado. Ejemplo de ser humano y la más esforzada persona a quien podré recordar. En el lenguaje de los entrenadores físicos o emocionales, ahora conocidos como “Couch”, Belisario fue un ser en permanente “estiramiento”; un hombre en movimiento que nunca se congració con la “comodidad” y por eso cada conquista en su vida solo representó la grada escalada hacia otra de posición más alta. Las metas se las creaba y replanteaba con cada avance, para el no había cima. Cada punto de llegada era también, el punto de partida hacia un nuevo destino. El hizo de este principio, que evidenciamos en los viajeros, parte de su filosofía empresarial.

Belisario no se le arrugaba a nada, por eso nada le quedaba grande. Nació en Caicedonia, municipio del norte del departamento del Valle del Cauca, entre verde y montaña. Fue la persona más decidida y optimista que he conocido. Tuvo el espíritu y la fuerza interior necesaria para no sólo levantarse de cada situación adversa en su camino, sino para contagiar de su positivismo a todas las personas que lo escuchábamos. Fue así como se hizo empresario del Turismo sin lo que se conoce como “capital semilla”.

Con mística y una admirable fe en si mismo, empeñó un reloj y consiguió que una de sus hermanas le prestara lo del pasaje para llegar en bus a Bogotá hace más de 40 años, en busca de la entonces Corporación Nacional de Turismo para que le otorgaran una licencia que lo acreditara como agente de viajes, sin siquiera tener empresa. No sabía nada acerca del Turismo. Dice en su libro, “Historias y Anécdotas de mis viajes por el mundo”, que en ese entonces “ni siquiera sabía dónde estaba parado, pero si tenía muy claro a dónde quería llegar”. Quería ser un gran empresario del Turismo, programar excursiones y convertirse en un compañero inolvidable de viajes, un amigo y casi un hermano de sus turistas.

Enrrolador y persuasivo, Belisario Marín tenía esa capacidad innata de convencer al más incrédulo. El sabía muy bien cómo empatizar con cualquier interlocutor. Tenía esa capacidad de romper el hielo y te leía tan bien que con facilidad conectaba sus propósitos con los tuyos. Quizás por ello en su momento, ser tan joven e inexperto y estar “vaciado” -como el decía-, no le impidió tocar todas las puertas necesarias que le permitieran conocer y entender un poco de los requisitos para crear su agencia de viajes “Promotora de Turismo Santiago de Cali”. Sin capital pero con la riqueza de su capacidad relacional y de convocatoria, la cual aprendió de su trato con los campesinos como promotor cuando trabajó en sus primeros años de vida laboral con el Ministerio de Agricultura, arrancó su odisea para convertirse en el promotor de turismo más popular de Colombia.

Belisario Marín cumplió su sueño de llevar a miles de familias a conocer los destinos más fascinantes del planeta y él mismo le dio la vuelta al mundo siete veces. Tuvo entre muchísimas otras, la distinción como “Colombiano Ejemplar” y patrocinó una gran cantidad de obras sociales entre las cuales recordamos: la entrega del primer bus urbano para discapacitados que funcionó en Colombia, la construcción de “La Villa de la Sabiduría” (una área de pensionados para subsidiar a quienes residen sin recursos en el ancianato San Miguel), el programa tour de la Esperanza del Club Rotario, la entrega de una moderna ambulancia-hospital adquirida en los Estados Unidos con destino a Cali, gracias a las utilidades de su libro: ´Turismo, un sueño por la Paz´ e innumerables más que se suman a las millas de vuelo de este hombre cuyo inspirador viaje de vida nos deja un aleccionador legado.

Extiendo mi voz de solidaridad a su esposa Rossy, a sus hijos Lina Alejandra y Sebastián, a todos sus hermanos, hermanas y sobrinos.

En especial a Carlos Eduardo Rengifo, actual gerente de la Promotora de Turismo que fundara nuestro amigo Belisario Marín Montes, empresa también, del Grupo Multisectorial que hoy ostenta un asiento en la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Cali y que debe seguir siendo además de un símbolo del Turismo para Colombia, un referente para emprendedores, empresarios resilientes y familias enteras, que pueden tener en la historia de Belisario un modelo de superación para sus hijos y generaciones.

Belisario partió y nos dejó innumerables enseñanzas. Voló con tiquete de ida y sin escalas al cielo que se ganó en vida con sus buenas obras. Aplausos a quien para mi será siempre ´El Papá de los emprendedores´ y ´El Decano del Turismo´. Que Dios nos conceda un poco de su fe, optimismo y entusiasmo para realizar en lo que nos quede de vida, un itinerario que deje además de buenos recuerdos, huellas similares. Hasta siempre Belisario Marín Montes y ¡gracias por inspirarnos tanto!

Comments

jueves 1 de julio, 2021

Otras Noticias