Candelario Obeso, “Poesía negra y oscura”
Dentro del legado de próceres afrocolombianos, hoy queremos revivir la historia de un negro brillante y, sobre todo, capaz de salir de la minoría de edad e ingresar en la ilustración gracias a su alto cociente intelectual y a su amor por la patria y las nobles causas.
Es el momento de hablar de Candelario Obeso Hernández, quien nació en Santa Cruz de Mompox el 12 de enero de 1849.
Fue hijo natural del hacendado Eugenio María Obeso y la criada de raza negra María de la Cruz Hernández.
Obeso estudió en el Colegio Pinillos de Mompox.
En 1866 obtuvo una beca en el Colegio Militar de Bogotá, y en 1867 ingresó a la Universidad Nacional de Colombia para estudiar Ingeniería, Derecho y Ciencias Políticas.
En su corta vida se caracterizó por desempeñar múltiples cargos.
Fue profesor en un colegio de Sucre, jefe del Batallón de Cazadores en la guerra de 1876, tesorero municipal de Magangué y, gracias a su cercana amistad con Tomás Cipriano de Mosquera, fue nombrado cónsul de Tours, en Francia.
Además, desempeñó el cargo de intérprete nacional en Panamá entre 1872 y 1874.
Candelario Obeso, un negro letrado
Después de comenzar a estudiar en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, obtuvo el título de maestro, el cual alcanzó sin haber terminado su carrera.
Una vez obtenido el título, decidió regresar a Mompox para, posteriormente, desplazarse a la región de La Mojana, ubicada al norte de Colombia.
Allí comenzó a ejercer como docente en una escuela local.
Obeso experimentó numerosos altercados a lo largo de su vida; el primero de estos tuvo lugar en la escuela de La Mojana.
Posterior al incidente en la institución, el profesor se trasladó a Magangué, un municipio del departamento de Bolívar, donde comenzó a trabajar como tesorero público.
Obeso tradujo Otelo de Shakespeare y numerosas obras de Víctor Hugo, Byron, Musset y Longfellow, entre otros.
También escribió dramas, comedias, textos pedagógicos y dos novelas: La familia Pigamalión y Las cosas del mundo.
Su creación más significativa es, sin duda alguna, Cantos populares de mi tierra (1877), en la cual vertió toda la ternura, el lenguaje, la sensibilidad, la picardía y el lirismo de su raza.
Candelario Obeso también fue un poeta dialectal (se le considera uno de los primeros poetas negristas), novelista, dramaturgo y catedrático.
Políglota y polígrafo, tradujo al español a Shakespeare, Musset, Víctor Hugo y Tennyson, además de realizar traducciones de poesías de Goethe y Jonathan Lawrence.
La colección Cantos populares de mi tierra, publicada por primera vez en 1877, es su obra más importante.
En ella recoge todo su pensamiento en versos, escritos en un intento de figuración de lengua dialectal, tal como la oyó entre los campesinos de las riberas del Magdalena.
Frustrado en el amor
Se dice que un día como hoy, el poeta y militar Candelario Obeso se enamoró ciegamente de una bogotana de abolengo, a quien le envió poemas de amor que ella siempre rechazó de manera tajante.
Con el corazón partido, el poeta se refugió en el alcohol y finalmente se disparó en el pecho, aunque no es totalmente claro si se trató de un suicidio o un accidente.
Actualmente, su tumba se encuentra con varios epitafios en el cementerio de Mompox, en el departamento de Bolívar.