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Hugo E. Gamboa Cabrera

Lo ocurrido en la ONU cuando la gran mayoría de los representantes de muchos países dejaron prácticamente desocupado el gran recinto cuando el presidente Petro empezó su “disertación”, no era gratuito.

En Colombia lo estamos viviendo o padeciendo.

Lo que sucede con la hacienda pública en nuestro país es lamentable.

El desempleo está creciendo gracias al cierre de muchas empresas que no resisten un gobierno que no les ofrece garantías de desarrollo. Al contrario, los ataca por ser “ricos”.

La salud está siendo resquebrajada, como lo quería la exministra Corcho, gracias a la ineptitud de quienes la están interviniendo, amén de la negación de medicamentos por parte de las droguerías contratadas para tal efecto, aduciendo “que los laboratorios no los están produciendo”.

Por eso están muriendo pacientes, sobre todo niños.

36 millones de colombianos están a punto de quedarse sin gas para vehículos y cocinas gracias a que Ecopetrol, por órdenes superiores, suspendió la exploración de cinco o seis lugares donde nuestra patria puede tener dicho combustible por muchos años, incluso para vender al exterior.

Lo que dijo la exministra Irene Vélez sobre la existencia de gas hasta el 2040 fue una mentira con ojos azules.

Traer gas de Venezuela ex un exabrupto por su mala calidad y falta de mantenimiento de su gasoducto. Igual con el petróleo, pesado y sin refinar.

Tratar de meternos otra reforma tributaria para tapar un “déficit fiscal” de doce billones cuando en fiducias el gobierno cuenta con cincuenta billones, según la senadora del partido verde angélica Lozano, no se compadece con un país que ya tiene problemas sociales de diversa índole.

Por Dios, con razón uno de cada dos colombianos se quiere ir de Colombia, pese a que ya muchos se fueron.

No podemos ser la triste Venezuela de hoy o la Cuba que vive prácticamente de lo que le regalan países que se conduelen de su situación y de los dólares o euros que envían a sus familias en la isla quienes viven en países desarrollados.

Y ni hablar de nuestras FF.AA., las cuales fueron debilitadas y derrotadas moralmente, para que las fuerzas irregulares se fortalecieran.

Hoy estamos presenciando horrores y dolores.

No es gratuito entonces, que el presidente esté mal ante gran parte de la opinión pública.

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lunes 7 de octubre, 2024

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