Crisis fiscal, desfinanciamiento e inversiones forzosas
El gobierno de Gustavo Petro prohíbe la venta de carbón colombiano a Israel, las utilidades de Ecopetrol caen, el recaudo nacional se debilita, la economía crece al tímido 1.5% en lo corrido de 2024, después de un tortuoso 0.6% durante 2023, el desempleo empieza aumentar llegando a dos dígitos.
Recientemente la Ministra del Deporte manifestó “para nadie es desconocido que el país está en crisis fiscal”, el Director de Planeación nacional en declaraciones públicas indicó “tenemos un problema de ingresos grave”, hasta el mismo presidente de la República en el Congreso de Asobancaria el pasado mes de junio mencionó “estamos desfinanciados”.
Pero ni reconociendo y entendiendo la gravedad del asunto el gobierno deja de tomar decisiones como la de suspender la venta de carbón a Israel que en 2022 según cifras del DANE, Colombia exportó más de US$1.000 millones en carbón a este país, si la prohibición de exportaciones de carbón a Israel tiene que ver con la guerra en gaza, por qué no se aplica la misma lógica en el comercio con Venezuela cuyo régimen está acusado de cometer delitos de lesa humanidad, ¿por qué no se sientan voces de protesta igual de contundentes en contra de Rusia y su invasión a Ucrania?
¿Qué gobierno en el mundo ante crisis fiscal y de ingresos corta con una de sus fuentes de ingresos?
En este contexto el Congreso de la República debate el proyecto de presupuesto general de la nación, presentado por el Gobierno, por valor de 523 billones de pesos, de los cuales 12 billones se recaudarán vía reforma tributaria, que sería la segunda en dos años, de nuevo un síntoma negativo que evidencia el mal manejo de las finanzas públicas y un muy mal mensaje en medio de bajo crecimiento económico.
Y como el dinero no crece debajo de los árboles y dadas las decisiones del gobierno de cortar y disminuir fuentes de ingresos provenientes del sector minero, uno de los sectores que más aporta al país, surge entonces la pregunta ¿de dónde sacará dinero el gobierno para lograr sus $523 billones de presupuesto? propuestas como las inversiones forzosas y el 5×1000 pueden ser una respuesta al interrogante.
De nuevo echar mano del ahorro privado se convierte en posibilidad, pues al parecer alejado está de ser una opción que el gobierno quiera recortarse así mismo o reducir gastos de funcionamiento, es decir que ciudadanos y empresas se aprieten, pero no el gobierno y sus ya conocidos proyectos como el ministerio de la igualdad o su política de paz total que hasta el momento no han evidenciado resultados concretos pero que sí demandan grandes recursos de las finanzas públicas.
Mucho se le advirtió al gobierno nacional que no incluyera en los ingresos para el presupuesto 2024 dineros provenientes de arbitraje internacional o de la inconstitucionalidad de la deducibilidad de regalías, advertencias que omitió y hoy pasa por un muy mal momento al no poder contar con los recursos que esperaba recaudar por esos dos conceptos.
De nuevo expertos advierten que el presupuesto 2025 debería tener recortes por el orden de 40 billones pero al parecer los oídos sordos siguen más presentes que nunca y de aprobarse el presupuesto tal como fue presentado por el gobierno nacional el país enfrentaría duros momentos económicos durante 2025.
Presidente no mire más el bolsillo de los colombianos para financiar los planes del gobierno, más bien mire cómo su gobierno se ajusta y reduce gastos innecesarios.