De los Panamericanos del 71 a la COP16
Por Norma Hurtado Sánchez – Senadora de la República
Del 21 de octubre al 1 de noviembre, Cali y el Valle del Cauca se convertirán en el corazón de la biodiversidad mundial al ser sede de la COP16, la cumbre de biodiversidad más importante del planeta. ¿En qué consiste y por qué es tan importante? Este evento representa una oportunidad invaluable para que nuestra región muestre al mundo su riqueza natural y su compromiso con el medioambiente.
Para entender su relevancia, debemos hacer una comparación histórica con otro hito que transformó a nuestra región: los Juegos Panamericanos de 1971.
Hace más de cinco décadas, los Panamericanos marcaron un antes y un después.
Cali, que hasta ese momento era una ciudad con un crecimiento moderado, se catapultó al escenario internacional al recibir a miles de atletas y espectadores.
Aquel evento cambió la forma en que el mundo veía a nuestra ciudad y consolidó su reputación como una anfitriona de eventos de talla mundial.
Hoy, la COP16 llega con el potencial de repetir ese impacto transformador, pero en un contexto distinto: el de la emergencia climática y la pérdida acelerada de biodiversidad.
No es solo un evento más en el calendario, es un momento crucial en el que los líderes más influyentes del mundo tomarán decisiones orientadas a la conservación de la biodiversidad global.
Los delegados de cada país definirán cómo proteger la riqueza natural del planeta y detener la pérdida de flora y fauna.
Estas decisiones trascenderán fronteras e involucrarán a todos: gobiernos, representantes de las Naciones Unidas, hasta comunidades locales y pueblos indígenas.
Cali, una de las ciudades más biodiversas de Colombia y el epicentro del Pacífico colombiano, albergará a más de 12 mil visitantes de más de 190 países.
Con sus siete ríos, miles de hectáreas de reserva natural y más de 500 especies de aves, la capital vallecaucana no solo es un tesoro ecológico, sino también un destino logísticamente ideal para un evento de tal magnitud.
La infraestructura hotelera y las capacidades logísticas de nuestra ciudad son un testimonio de ello.
Habrá zonas dedicadas al público, donde la ciudadanía podrá participar en espacios académicos, culturales y comerciales que permitirán conocer más sobre la biodiversidad.
Esta es una oportunidad única para que todos nos involucremos en la discusión y seamos parte de la solución.
Así como los Juegos Panamericanos transformaron la infraestructura y el alma de Cali en 1971, la COP16 puede hacer lo mismo, pero con un enfoque en el futuro sostenible.
Es una oportunidad dorada para que Cali y el Valle del Cauca brillen en el escenario mundial.