De Rodríguez y otros apellidos

Víctor Manuel García

En los últimos días, en Colombia afrontamos una nueva “tormenta política” a raíz de una explosiva carta emitida por los hermanos Rodríguez Orejuela, en la cual realizan afirmaciones de gran calado e impacto no solo para la vida política nacional, sino para la sociedad en general, implicando directamente a un expresidente de la república, máxima autoridad ejecutiva en el Estado colombiano durante cuatro años.

Y no es cualquier expresidente, se trata de Andrés Pastrana, precisamente quien fuera uno de los principales denunciantes del ingreso de dineros del narcotráfico a la campaña del expresidente Ernesto Samper, hechos por los cuales hay condenados y sancionados como Fernando Botero Zea.

Pastrana en su momento y durante las diligencias investigativas del denominado proceso 8.000, fungió como una de las víctimas, ya que en sus declaraciones e intervenciones públicas, buscó recalar la sensación de haber perdido la elección presidencial de 1994 debido a la presencia de “dineros calientes” en la campaña de Samper.

Es más, durante los cuatro años de gobierno de Samper Pizano, fue un acérrimo contradictor y opositor del Presidente durante su periodo.

Sin embargo, y de acuerdo a estas nuevas declaraciones de los Rodríguez, el expresidente Pastrana, quien quiso fungir como “adalid” de la transparencia electoral, deberá dar unas respuestas claras y contundentes a la opinión pública colombiana.

Es cierto, afirmaciones de la magnitud como la de los Rodríguez, hay que tomarlas con “pinzas” y revisar el trasfondo que impulsa la decisión para hacerlas, sin embargo, no se puede descartar tampoco su veracidad folclóricamente y sin indagación alguna.

En este caso es importante que la Fiscalía General tome nota y revise en derecho si hay lugar para la apertura formal de una investigación.

A su vez, es fundamental que el expresidente dé las declaraciones pertinentes, porque el “manto de duda” sobre su campaña, ya está puesto.

No importa que los hechos hayan ocurrido hace más de 23 años, es fundamental el esclarecimiento de esta situación para que no dejemos un mensaje de impunidad a las nuevas generaciones que se abren camino en la política de nuestro país.

Suficiente tenemos con la renuncia sistemática de los congresistas a su curul para evadir el accionar de la Corte y llevar su caso a la Fiscalía General, donde el fiscal de turno da el mensaje que allí tienen “mayores garantías” durante su proceso.

Según los Rodríguez, su carta está motivada por las declaraciones del expresidente en la Comisión de la Verdad, las cuales gozaron de cualquier cosa menos de profundidad.

Es fundamental iniciar procesos que sienten precedentes judiciales, pero ante todo, dé mensajes políticos, para que este tipo de acciones no sigan haciendo carrera en nuestro país, porque si se demuestra que hay verdad en las afirmaciones de los hermanos Rodríguez, significaría que los último cinco presidentes de nuestro país tuvieron apoyos non santos, una deplorable situación que los colombianos en las urnas no deberíamos permitir nunca más.

Para que Colombia dé un paso en la vía correcta, los colombianos del común debemos estar atentos a estos apoyos que sin lugar a dudas condicionan y comprometen el accionar y por ende la legitimidad de un gobierno de turno.

Es imperiosa la necesidad que si el entramado judicial de nuestro país, no actúa frente a estos casos con la contundencia que le demanda la historia, el ciudadano “de a pie”, lo sancione política y electoralmente, ya que es en realidad el ejercicio más efectivo y disuasivo para evitar situaciones de esta naturaleza.

Es necesario que las personas del común repudiemos este tipo de hechos para que nunca más volvamos a tener que presenciar apellidos como los Rodríguez, los Odebretch, los Hernández (ñeñe) o grupos al margen de la ley (parapolítica), se vuelvan a tomar el “sagrado” ejercicio democrático de nuestro país.

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viernes 10 de septiembre, 2021

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