Dos mujeres (1)
Dos aguerridas mujeres están dando la pelea por el poder y por sus respectivos países. Seguro hay varias más, pero en nuestro vecindario sobresalen Kamala Harris y María Corina Machado.
Comienzo con MARIA CORINA, porque es mucho lo que hay que decir de ella y necesitaremos dos columnas para cubrir las ejecutorias de las dos.
Que garra, que valentía, que compromiso con su país y con la democracia, a costa de su vida que está totalmente expuesta. Ojalá no lleguemos a lamentarlo. Ha dado una lucha sin cuartel contra un régimen tiránico, torturador, corrupto, asesino, para solo señalar algunos de los adjetivos que caracterizan a ese horroroso y oprobioso “gobierno”.
¿Será gobierno o será un caos de delincuentes aposentados a la fuerza en la dirección de un país, solo para su propio beneficio y dolor y desastre de todos los demás habitantes?
Esta valerosa, inteligente, templada mujer viene dando los pasos correctos para rescatar el país, con mesura, sin violencia, sin polarizar y ha recogido la mayoría aplastante de los ciudadanos, de la opinión, aun sabiendo que su vida y su integridad corren un altísimo peligro.
Ganó con su candidato ampliamente las elecciones, pero el sátrapa Maduro se las robó, al hacer que un CNE títere ridículo del régimen lo proclamara ganador.
Ella sigue en la lucha, que parece casi imposible de ganar, porque el dictador cuenta con las fuerzas armadas para sostener el fraude.
Siguió las huellas de Leopoldo López, que puso en alto riesgo su vida por esa patria y tuvo que exiliarse para salvarla; con su inteligencia estratégica, su rechazo visceral a la violencia, su fuerza, coraje y valentía esperó su turno y la madurez del proceso del pueblo, que se hastió de la miseria, la crueldad del régimen comandado por un sanguinario y lanzó con toda un plan pensado, estructurado, analizado, discutido y respaldado, que cosechó los frutos, y que el autócrata, con el respaldo o el silencio de cómplices tratan de desconocer.
El mundo entero la respalda, en más de 300 países de Europa, Asia, África, América y Oceanía se manifestaron los ciudadanos en su apoyo y en rechazo al dictador.
Como si fuera poco fue postulada al premio Nóbel de paz, ese sí muy merecido. Ojalá no solo lo alcance, si no que de alguna manera este le sirva de coraza y protección a su integridad.
La guerra no será corta, pero ella ha mostrado su resistencia, valor y liderazgo para seguir comandándola. Va para ella no solo mi admiración, sino mi respeto y apoyo.
Venezuela, Colombia, el mundo estamos en deuda con ella y con su equipo, empezando por el presidente electo, Edmundo Gonzalez, por su persistencia en destapar los horrores de una tiranía, que nos sirvan para cuidar nuestras democracias y países.
Las mujeres tenemos una inmensa representante, y una líder a seguir.