El futuro de los jóvenes se encuentra atrincherado

Hernando González - Representante a la Cámara por el Valle del Cauca

Días atrás convoqué una mesa de trabajo en el barrio Mojica, corazón del Distrito de Aguablanca en Cali, en el Colegio Monseñor Ramón Arcila, sede de Nuevo Latir; para tratar la difícil problemática que viven los estudiantes quienes tienen que pagar entre $1.000 y $1.500 pesos, a manera de “vacuna”, a las bandas criminales que están en los alrededores de los entornos escolares.

Posterior a los compromisos que adquirieron en ese espacio, la Secretaría de Seguridad de Cali, el Comandante de la Policía, Secretaría de Educación y Ministerio del Interior, lograron hace poco la captura de 10 hombres que estaban extorsionando cerca a unos cinco colegios de la comuna 15, la más afectada por esta situación.

Celebro este primer paso, de varios que aún faltan por cumplir; pero es muy importante mirar más allá de la judicialización de estas personas, que esperamos sea efectivo y no queden en libertad por falta de pruebas en la premura de mostrar resultados.

Es urgente un plan que busque reintegrar a los 5.192 estudiantes que desertaron este año de sus colegios. Eso, sumado a una estrategia de seguridad sostenida en el tiempo, de combate directo contra estos grupos delincuenciales y, sobre todo, con un acompañamiento psicosocial y de oferta cultural y deportiva para que estos jóvenes que viven en ambientes de violencia intrafamiliar, consumo de estupefacientes y prostitución vean otros caminos para sus vidas. Esta fue una de las principales demandas de los estudiantes, padres de familia y rectores que nos acompañaron en ese espacio de trabajo.

La deserción en Cali y en el país (400.000 jóvenes solo en lo que lleva este año) es un tema que se está convirtiendo en mayúsculo y no se ve aún voluntad de generar un plan estructurado para recuperar a los jóvenes que hoy están sin estudiar. Un niño o niña que sale del colegio es un objetivo fácil para las bandas delincuenciales o para caer en consumo de drogas, depresión, falta de esperanza y proyección de su vida.

El futuro de los jóvenes está atrincherado. Y aquí también quiero incluir a los jóvenes que ya egresaron de sus colegios, quienes siguen en zozobra y sin muchas esperanzas de poder construir un futuro en este país.

Según la última encuesta de Invamer, un 63,6% de jóvenes entre los 18 a los 34 años afirman haber pensado alguna vez en irse del país y un 61% dice sentir incertidumbre frente a lo que ocurre en el país. Eso da una muestra de la profunda desilusión que sienten los jóvenes quienes, muchos de ellos, apostaron por un Gobierno del cambio que los escuchara, los apoyara y les brindara mejores oportunidades; pero como respuesta solo han encontrado escándalos y poco diálogo.

Las acciones, cuando se gobierna, son las que marcan las verdaderas prioridades del Presidente y los jóvenes no han estado en ellas. Por eso, para el año 2022, el país rompió su propio récord en migración de colombianos alcanzando los 547.000, superior a las cifras alcanzadas durante la crisis económica vivida en 1999 con Andrés Pastrana, según un informe del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) que analiza los datos reportados por Migración Colombia. La mayoría de ellos en edades entre los 18 y 29 años.

De Colombia puede haber fugas de cerebros, pero no de corazones. Y de seguro que si este Gobierno les ofreciera oportunidades de crecimiento, de movilidad social, de estudio de calidad para todos, de un manejo estable de la economía y las relaciones, muchos de los que ahora están armando maletas o haciendo fila para pagar su pasaporte o adquirir su visa, lo pensarían dos veces antes de irse. La mayoría no se van por gusto, la mayoría se van por necesidad de darle una mejor calidad de vida a sus familias que con las condiciones actuales de Colombia no pueden brindarles, así el costo sea no volver a abrazarlos por años.

Señor Presidente, respóndale a la juventud que salió a las calles a apoyarlo, que creyó y confió en usted. Según Cifras y Conceptos, en su última encuesta para Junio, ya suma una desfavorabilidad del 57% entre los jóvenes de 18 a 25 años. Que el huracán de escándalos en el cual se ve envuelto cada día no se convierta en la excusa para seguir sin hacer mucho por los jóvenes, aún cuando en estos 10 meses tampoco se adelantaron mayores proyectos.

El futuro de ellos está atrincherado en dos bandas: Unos por la violencia, las drogas, la depresión, la violencia intrafamiliar; y otros porque simplemente no tienen oportunidades de trabajo o estudio. Si seguimos así, Colombia se quedará sin sus jóvenes, se quedará sin su futuro.

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lunes 26 de junio, 2023

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