El Informe de la CIDH
Vale la pena leer el informe de la CIDH sobre su visita a Colombia a raíz de los sucesos en el marco del paro nacional.
Son 48 páginas que no pueden resumirse en un boletín de prensa y mucho menos en un twitter, y que resultan difíciles de interpretar si a esos boletines y mensajes se les ponen interpretaciones ideológicas.
Lo enriquecedor del informe es que pone en un solo documento todas las visiones de lo sucedido: las del gobierno, los manifestantes, los organismos de control, las organizaciones sociales, los empresarios y los jóvenes de la primera línea.
Además, el informe incluye las cifras aportadas por todos y evidencia que no cuadran. La entidad hace énfasis en el impacto que esta situación tiene en la crisis de confianza que afronta nuestro país y hace un llamado a construir herramientas que permitan evaluar objetivamente las situaciones conflictivas que se nos presenten a futuro.
Además de este elemento, el informe incorpora de manera sucinta los elementos sociales y económicos que condujeron a la crisis y evidencia el papel de diferentes actores delincuenciales.
Igualmente, hace un completo análisis del efecto de la polarización en la coyuntura. En mi concepto, el informe ayuda a ver desde lejos todas las aristas del problema y plantea alternativas interesantes para avanzar en las soluciones.
Sin duda, los puntos más complejos de interpretar son el uso de la fuerza, el papel del diálogo y el análisis de los bloqueos en el marco de la protesta social.
En estos aspectos, y después de leerlo completo, solo puedo decir que todo lo que oí antes tenía un sesgo. Moraleja, hágase su propia opinión después de leerlo.