El que anima la “fiesta”
Definitivamente, Colombia está en una situación difícil.
Ese ataque permanente a la institucionalidad, no es cosa distinta a tratar de desestabilizar al Estado en general, tal como hacía Hugo Chávez en Venezuela, hasta que logró su funesto propósito.
Afortunadamente, en nuestro país la mayoría de instituciones no han caído tan fácilmente, demostrando fortaleza, carácter y sentido de pertenencia por su patria.
En Venezuela Chávez logró ubicar como Procuradora General a Cilia Flórez, actual esposa de Nicolás Maduro, señora esta que se “prestó “para defenestrar a quienes se oponían al “nuevo orden bolivariano”, situación que seguramente no sucederá en Colombia con el nuevo procurador, astutamente ternado por el Presidente a instancias del embajador Roy Barreras, como estrategia para derrotarle los candidatos de Germán Vargas Lleras.
Los congresistas votaron por él a sabiendas de que don Gregorio les repartirá puestos a granel y con buenos salarios, amén de dar por descontado que este nuevo funcionario, antipetrista pero agradecido, no tocará a ningún funcionario recomendado por el dedo índice de quienes lo escogieron para hacer uso de la espada disciplinaria. Eso estará por verse.
Cosa distinta estamos viendo con la Fiscal General, seleccionada para el cargo por el Presidente y aliada de Iván Velásquez, ministro de defensa, ambos con “comparendos” incumplidos en Guatemala, país en el que tuvieron “diferencias conceptuales” de derecho internacional.
Afortunadamente, las Cortes todavía cuentan con espíritu democrático en nuestra patria.
Desafortunadamente, igual opinión no tenemos en cuanto se refiere al ataque sistemático a periodistas que se atreven a informar y describir noticias y hechos con papaya incluida, que brindan desde el Palacio de Nariño y demás edificios gubernamentales.
Y qué doloroso ese grotesco hecho cometido por algunos funcionarios de carácter nacional en el corregimiento El Plateado del municipio de Argelia en el Cauca, que solo fueron a tomarse selfis que les permitirá contarle al país mentiras con ojos azules, cuando regiones con problemas sociales por causa de la coca existen muchas en Colombia sin que este gobierno tome seriamente cartas en el asunto.
Ojalá estas cosas, por salud mental del país, se calmen y podamos vivir todos civilizadamente sin deteriorar espíritus y mentes de unos y de otros.