El regreso de las chuzadas

Víctor Manuel García

Parecía haberse superado el triste episodio de las interceptaciones ilegales a los miembros de la oposición, así como a los magistrados de las altas cortes de nuestro país.

Parecía que este era un hecho del pasado, donde en el gobierno del expresidente Uribe, se produjeron perfilamientos a miembros de la oposición y de aquellos organismos que de una u otra forma supieron hacer contrapeso al en ese entonces, “hiperfacultado” poder ejecutivo, como lo fueron el Consejo de Estado y la Corte Constitucional.

Y es que en su momento el poder ejecutivo en cabeza del presidente de la época, gozó de poco control político en el Congreso de la República, pues con base en “mermelada” y dádivas que fueron comprobadas con el sonado caso de la “Yidis-política”, con la entrega de notarías a cambio de votar hasta cambios en la Constitución, como lo fue el caso de la aprobación de la reelección presidencial, algunos analistas políticos y demócratas de “pura sepa” podrían decir que el equilibrio de poderes en su momento se “rompió”.

Eso parecía cosa del pasado, algo que solo era posible (aunque fuera ilegal) en un gobierno con alta aprobación popular, con imagen bien manejada y sobre todo con excelentes relaciones con los más importantes gremios económico y por supuesto con los medios de comunicación.

Ahora en el caso que salpica al gobierno de Gustavo Petro, donde se habla nuevamente de perfilamientos e interceptaciones ilegales, ocurre todo lo contrario.

Aunque el presidente salga públicamente a decir que no tiene nada que ver y que él mismo fue víctima de las “chuzadas” del pasado, hoy el gobierno que él lidera, con su bajo nivel de popularidad y con la imposibilidad de construir consensos y mayorías en el Congreso de la República, parece tener una buena motivación para intentar medidas desesperadas en el marco de sacar adelante su agenda ejecutiva.

Lo anterior no necesariamente tiene que ser con el beneplácito del primer mandatario, es más, es altamente posible, que en el caso hipotético que sea real, lo hayan hecho personas que hacen parte de su gabinete y que ven en el primer mandatario a un líder con poco interés de volver a articular esfuerzos con diferentes sectores políticos y sociales, por lo cual se puede abrir el abanico de posibilidades para que existiera una motivación para llevar a cabo esas acciones ilegales, con el objetivo de sacar adelante las propuestas del gobierno.

Lo que si está claro es que cualquier tipo de interceptación ilegal, es muy grave para la democracia y lo es aún más si estas van encaminadas a generar un perfilamiento de opositores o miembros de los diversos estamentos que generan los pesos y contrapesos en los poderes del Estado.

Habrá que esperar el desarrollo de las investigaciones, las cuales por supuesto deben llegar al fondo del asunto y dar con los responsables para establecer sus motivaciones y el para qué se realizaban, si es el caso, estas interceptaciones.

Lo cierto es, que hoy el Presidente cuenta con un bajo nivel de maniobrabilidad en cuanto a su gobernabilidad se refiere y nos toca esperar a que no haya caído en la tentación, a la cual si sucumbió uno de los gobiernos anteriores, de chuzar, interceptar y perfilar a aquellos que se encuentran en orillas políticas e institucionales diferentes.

Comments

miércoles 26 de junio, 2024

Otras Noticias