Fútbol a sol y sombra

Luis Ángel Muñoz Zúñiga

Quién iba a imaginar que Eduardo Galeano, el intelectual que no hizo parte del Boom de la Literatura, pero que con su historia económica Las venas abiertas de América Latina pegó entre los jóvenes rebeldes de los años setenta, en 1995 publicaría un libro en homenaje al fútbol.

El juego mercancía de los estadios era considerado como un espectáculo alienante y desprestigiaba a los intelectuales que fueran sus hinchas.

Liberados del izquierdismo sectario varios poetas publicaron sus odas al fútbol y los narradores sus mejores crónicas y cuentos sobre el balón.

El fútbol a sol y sombra (1995), de Eduardo Galeano, es ejemplar, pensado con el corazón más que con la razón.

No es un libro exclusivo para intelectuales, sino encantador entre los aficionados.

“Es en homenaje a quienes con la pelota en el pie y los colores patrios en el pecho -dijo Galeano-   encarnan a la nación marchando a conquistar glorias en lejanos campos de batallas”.

Es un antídoto contra la ansiedad que en vísperas del Mundial de Rusia 2018 dispersa la atención de los escolares.

Podemos leerlo complementándolo con la siguiente bibliografía: Los intelectuales y el fútbol, de Hernán Barona Sosa; Sueños a la redonda, de Gonzalo Medina Paz; Escrito en la grama, de Oscar Perdomo y Hernando Urríago; El futbol se lee, de Luis Alejandro Díaz y Julio Paredes.

Son ricas antologías con los poemas, crónicas y cuentos de fútbol de invitados especiales: Luis Tejada, Miguel Hernández, Juan Manuel Roca, Mario Benedetti, Cepeda Zamudio, García Márquez, Álvaro Mutis, Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Rafael Alberti y Albert Camus.

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martes 1 de mayo, 2018

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