Gaspar Yanga, “Primer libertador de América”

Célimo Sinisterra

La dignidad, el prestigio, los valores, la libertad y la moral del hombre siempre se han procurado conservar en medio de la sociedad, bien sea por estatus o simplemente por tradición, sentido humano, hábitos o costumbres.

Es algo que durante millones de años se ha perpetuado en todas las regiones o pueblos del mundo.

No obstante, siempre hemos vivido rodeados de personas que, por su condición política, ideología o económica, han logrado el sometimiento de otros como servidumbres o esclavizados a su servicio.

Esas prácticas datan de miles de años antes de Cristo y eran de común ocurrencia en la antigua Roma y en Egipto.

Con la caída del Imperio Romano en el año 476 d. C., hubo una pequeña recesión de estas prácticas, pero no duró mucho, porque a la entrada del Medioevo o Edad Media se retoma esta cruel práctica, en especial en lo que hoy es América, con la llegada de Cristóbal Colón en 1492.

Al momento de descubrir nuevas tierras se fortalece la esperanza de hacer riquezas, y es precisamente lo que motiva la utilización de herramientas y, en especial, recurso humano no calificado para todos los fines.

Por más de tres siglos los portugueses, franceses, españoles e ingleses sometieron a estas etnias, avasallando su cultura, sus prácticas y, sobre todo, extinguiendo su existencia con enfermedades como la salmonela, entre otras.

Sin embargo, gran parte de los esclavizados, especialmente los líderes, sobrevivieron para que hoy podáis conocer parte de su historia.

Gaspar Yanga, primer precursor de la independencia de América

Gaspar Yanga fue un esclavizado africano que se considera uno de los primeros libertadores de América.

Yanga lideró una rebelión de negros en Veracruz en 1570 y estableció una comunidad libre. Por eso hoy se dice que un africano fue el primer libertador de América, quien durante la época de la Colonia llegó a Veracruz, donde encabezó una rebelión contra el yugo español. Su nombre: Gaspar Yanga.

Más de dos siglos antes del inicio de la Independencia, el príncipe gabonés escapó de su amo y luchó contra la corona, refugiándose con su gente en una tierra que posteriormente llamarían San Lorenzo de los Negros, actualmente el municipio de Yanga, Veracruz, en México.

Este ícono de la afrodescendencia y caudillo de la tercera raíz mexicana, la negra, ha sido poco reconocido en la historia de nuestro país, por ello buscan llevarlo a los libros de texto para que más personas conozcan al personaje.

Gaspar Yanga, o simplemente Nyanga, fue un líder de la rebelión auxiliar de lo que ahora es la república de México durante el período temprano del régimen colonial.

Según la historia, Yanga era miembro de la familia real de Gabón, en el continente africano; un hombre con estatus y abolengo, con investidura de príncipe, además muy inteligente, hábil y estratega en la guerra.

El negro Yanga fue vendido a unos esclavistas en Veracruz, México, y llevado a unas plantaciones, sometido a trabajo pesado y en las peores condiciones por su calidad de esclavizado.

El señor Yanga, hombre negro natural de Gabón, a pesar de estar esclavizado aún tenía en la sangre el espíritu de libertad, el cual fue trasmitido por su padre, que también fue rey.

Esta fuerza y motivación interior le permitió escapar a las montañas de difícil acceso. Él y su gente construyeron la primera colonia libre de América, la cual llamaron San Lorenzo de los Negros.

Aunque al principio solo contaba con un grupo pequeño, Yanga vivió por más de 30 años fugitivo, parcialmente sobreviviendo de la caza y capturando las caravanas que llevaban mercancías a Veracruz.

Durante el gobierno del virrey Luis Velasco se multiplicaron denuncias que intentaban alertarlo sobre un posible levantamiento en la que, según los rumores, los fugados asesinarían a los blancos y nombrarían rey a un cimarrón negro de nombre Gaspar Yanga.

El gobernante no le dio mayor importancia, y lo único que hizo fue mandar azotar a varios esclavizados que se encontraban presos por otra clase de delitos.

Pero el peligro se hizo evidente cuando el citado grupo comenzó a saquear las haciendas de la región.

Según relatos de historiadores, durante el tiempo que estuvo Yanga como fugitivo pudo haber abatido a unos 2.000 españoles, a los cuales les hurtó las armas que le sirvieron para el fortalecimiento de su ejército y la lucha de libertad.

Hay dos versiones de su muerte: una que fue llamado por la Audiencia virreinal para sostener pláticas sobre la persistencia de rebeliones negras, pero fue hecho prisionero y luego asesinado en la Plaza Mayor de México.

Por otra parte, hay quienes comentan que Yanga murió ya de viejo, y otros que fue ajusticiado en el palenque.

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martes 15 de abril, 2025

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