Grave

Tomás Lombana Bedoya

Lo que pasó en Colombia en el mal llamado Consejo de Ministros del 4 de febrero de 2024 es grave, por no decir muy grave.

Un Consejo de Ministros que, más que un reality, una mala telenovela, un show o un circo, fue el reflejo de lo que es hoy el pueblo colombiano y de hacia dónde nos está llevando la disputa por el poder.

El más alto poder político del país quedó en evidencia: la falta de liderazgo del presidente y la ruptura con sus propios aliados son inocultables.

Amigos de lucha, compañeros de política y miembros del llamado “gobierno progresista” demostraron que, dentro del Ejecutivo, no están bien.

Están heridos, llenos de rabia, se sienten menospreciados y excluidos de la toma de decisiones.

En otras palabras, se sienten sin DIGNIDAD en un gobierno al que ellos mismos ayudaron a llegar al poder.

Es evidente que no se quieren entre ellos.

Dos figuras clave, Laura Sarabia y Armando Benedetti, quedaron señaladas.

Una parte del equipo de gobierno los rechaza abiertamente, pero el país pudo notar que, al final, son ellos quienes ponen las condiciones y toman las decisiones.

Es probable que situaciones como esta hayan ocurrido antes, en este y en otros gobiernos.

Al fin y al cabo, si entre amigos y familiares hay diferencias, ¿Cómo no va a haberlas en un espacio donde se concentra tanto poder y presupuesto? Mucho poder y presupuesto.

El objetivo del mal llamado Consejo de Ministros era revisar el porcentaje de ejecución de las carteras.

En otras palabras, el profesor Petro sacó a sus alumnos al tablero, en televisión nacional, para evidenciar que no han estudiado ni han hecho la tarea.

Y, con los datos que se mencionaron en vivo (donde dicen que el “sapo” del salón fue Benedetti), quedó claro que el gobierno ha ejecutado apenas el 15 % de su presupuesto en todo su mandato.

Si seguimos así, el gobierno de Petro cerrará (si es que termina) con un 28 % o 30 % de ejecución.

Ojalá me equivoque y tenga que tragarme estas palabras.

Para mí, esto fue lo más preocupante del show ministerial: no han hecho nada.

Nos están vendiendo historias y “narrativas”, pero no gestión.

Sin duda, esto terminará con ministros renunciando o con el gobierno repartiendo mermelada para evitar una rebelión interna, o mal llamado Sindicato de ministros.

No podemos perder de vista que estamos a dos años de las elecciones.

Es muy posible que uno de los ministros termine siendo el candidato de la izquierda o el elegido por el presidente para la contienda.

Sin embargo, veo difícil que la izquierda o los progresistas logren enderezar el camino en términos políticos y electorales.

Aunque, como todos sabemos, la política es dinámica.

Para cerrar, no me imagino al excanciller Murillo viendo televisión anoche.

Se me viene una frase a la cabeza: “Presidente, yo se lo dije”.

Ojalá esto se enderece cuanto antes, por el bien de Colombia.

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miércoles 5 de febrero, 2025

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