Cali, noviembre 23 de 2024. Actualizado: viernes, noviembre 22, 2024 23:32
La democracia en declive y la autocracia en ascenso
La guerra de invasión en Gaza ha producido más de 39 millones de toneladas de escombros, una cantidad superior al resultado en Mosul (Irak), año 2017.
Los escombros generan daños a la salud humana y el medio ambiente, por el polvo y la contaminación.
Los sistemas de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene están colapsados.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales de Gaza no están funcionando, las aguas residuales contaminan las playas, las aguas costeras, el suelo y el agua dulce con multitud de patógenos, nutrientes, y sustancias químicas peligrosas.
La salubridad esta difuminada y enrarecido el ambiente, de manera insoportable.
El sistema de gestión de residuos sólidos está gravemente dañado.
Cinco de las seis instalaciones de gestión para el manejo de las basuras están inutilizados.
En noviembre de 2023, se acumulaban diariamente 1.200 toneladas de basura alrededor de los campamentos y refugios.
La escasez de gas para cocinar ha obligado a las familias a quemar madera, plástico y residuos en su lugar, poniendo en peligro a todos los habitantes.
Tim Schauenberg, periodista adscrito al medio DW de Alemania, expuso que, “las Naciones Unidas definen la destrucción del medioambiente como crimen de guerra sólo si es desproporcionada con respecto a la ventaja militar del perpetrador y también produce daños graves, generalizados y de largo plazo para la población. El fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, anunció en febrero que los crímenes contra el medioambiente serían procesados y enfocados más de cerca en el futuro. Hasta la fecha, ningún país o persona ha sido condenado por crímenes de guerra por destrucción del medioambiente. Esto también se debe a la vaga definición de esos crímenes en el derecho internacional, afirma Aaron Dumont”.
Aquí podemos observar claramente que no existe justicia ambiental internacional, debiendo ser una justicia global, no tiene un Tribunal especializado, los crímenes ambientales se acercan a la justicia penal internacional y no está claramente tipificado, en estas circunstancias la impunidad ronda y la destrucción de la naturaleza queda supeditada a los avatares litigiosos entre los Estados.
Con el Triunfo de Trump ante las ambivalencias y tibiezas de Kamala Harris, en varios tópicos durante la campaña electoral, por ejemplo, el no expresarse contundentemente sobre el genocidio en Gaza y otras posturas semi-fachas contra los inmigrantes, perdió electorado extranjero y sobre todo el latino que la vio incapaz de enfrentar el supremacismo, la xenofobia y el racismo rampante( como las amenazas a los mexicanos y las deportaciones que sobrevendrán).
Los latinos le dieron votos a tutiplén a Trump conociendo que es un desconocedor de los derechos humanos, prefirieron creer que los ya residentes no serán tocados y votaron contra los aspirantes a entrar porque los vieron como competencia dentro del territorio.
Kamala Harris, que empezó la campaña electoral con carcajadas, terminó saliendo a horcajadas sobre el cuerpo exhausto de Biden.
Con el triunfo de Trump quedó en vilo Ucrania la situación de Ucrania que será descuadernada y subsumido parte de su territorio a la Federación Rusa; y de extremaunción quedó Gaza más el Líbano en esta guerra de exterminio.
En ambas regiones la violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario ha sido flagrante.
Solo las simpatías de Rusia por los palestinos e Irán podrían amainar la voracidad de Netanyahu que se verá impedido para desestabilizar más la zona so pena de afectar las “aparentes buenas relaciones” de Putin con Trump.
Y queda ahora sin piso seguro la Unión Europea(UE) por no tener una defensa propia y sólida; y la ONU no pudo resolver las invasiones ni hacer respetar la Carta de San Francisco, una supuesta Constitución Mundial.
Fue descompuesto el fementido multilateralismo que encarna la ONU porque las mayorías de la Asamblea General tienen un voto írrito, inservible.
La OTAN deberá buscarse sus fortalezas para encontrar su propia seguridad paneuropea porque serán desmanteladas las ayudas y diezmada la solidaridad de EEUU que se ha mantenido desde el final de la segunda guerra mundial.
Las ultraderechas de Europa deben estar reídas como dicen las jovencitas .
Trump cree ser el gran amigo de Putin: lo va a seguir manipulando Putin, hasta que lo ridiculice más porque la alianza de Rusia y China no se debilitará, son continentalmente el poder del bloque asiático, dos potencias entrambas, no van a disolver esa alianza que todos los observadores han confirmado.
El regreso de Donald Trump al poder en la Casa Blanca, se posesionará el 20 de enero del año 2025, significa ir en reversa o a contracorriente a la política ambiental pregonada por la ONU.
Dentro del programa de gobierno que exhibió durante la campaña electoral 2024 vemos que Trump, no prestó ninguna atención al cambio climático, desdeña esa agenda , es un negacionista; no cree que el calentamiento global elevará el nivel del mar dejando expuestas las ciudades costeras y las islas que bordean a los estados del Pacifico y el Atlántico; no cree que deba disminuirse el uso de los combustibles fósiles y se escabulle a los compromisos internacionales como el Acuerdo de París 2015(o COP21), donde se fijaron las metas de los Objetivos del Desarrollo Sostenible ODS.
En su primera presidencia se retiró de esos compromisos y ahora no regresara.
EE. UU. es después de China, el segundo emisor de gases efecto invernadero, arrojando 5.100 millones de toneladas anuales al espacio aéreo; a pesar de sufrir enormes estragos y desastres no reflexiona el mandatario zafio sobre esta temática.
Los norteamericanos han sufrido devastadores incendios en California, huracanes, ciclones y tifones en la costa sur, y las consiguientes inundaciones, o tormentas invernales .
Donald Trump, representa el populismo conservador de extrema derecha, ahora se convertirá en un autócrata que terminará desmoronando la Democracia ya vapuleada en su primer gobierno y no recompuesta por el tándem Biden/Harris que se comportaron no como socialdemócratas, ni liberales modernos, sino como neoconservadores abriéndole las posibilidades de regreso al adversario.
Veremos el declive de la Democracia al compás de países europeos y asiáticos que tienen instalados a varios autócratas que han logrado desmantelar instituciones de balances al poder.
Y peor aún, están en el poder y reelectos autócratas al mando de Estados nucleares donde la fuerza estatal ya no será disuasiva contra otro Estado, sino una amenaza mundial de insondable comprensión y resolución.