La Educación en la Tierra del Olvido
No es la “Tierra del Olvido” de Carlos Vives, es la tierra del olvido donde está la educación en nuestro país.
Entre las múltiples promesas del actual Gobierno, estuvo su interés preponderante en los jóvenes, en su acceso a educación y oportunidades.
Hoy, con preocupación, vemos la dificultad para que se pase del discurso a los hechos.
Y, claro, es un Gobierno que está próximo a cumplir su primer año, pero la voluntad se ve en el Presupuesto General de la Nación, en el Plan Nacional de Desarrollo, en el empuje y agenda que se le dedique al tema.
La concentración para sacar las reformas “del cambio” ha sido tal, que temas básicos se han dejado de lado.
Por supuesto, hay puntos que pueden ser interesantes de las reformas, pero ¿cómo es posible que en el Plan Nacional de Desarrollo aprobado, con más de 370 artículos, solo existan unos 18 que hablen sobre educación?
Claro, próximamente vendrá una reforma a la educación, en cola con las reformas a la salud, laboral, pensional, agraria, justicia, entre otras.
¿Hasta cuándo se tendrá que esperar para que la reforma estructural a la educación ocurra? ¿O tendremos que esperar un nuevo revolcón de gabinete?, a sabiendas de que el cambio, la transformación, se hace con educación.
El PND es esa hoja de ruta donde se evidencia lo que realmente le interesa al Gobierno sacar adelante durante estos cuatro años y, si nos basamos en eso, pues vemos cómo esa entrega de los jóvenes de nuestro país para ser realmente tenidos en cuenta, termina reducido a un Consejo Nacional de Juventud ignorado, a educación desfinanciada, unos tantos artículos regados en el Plan y un Presupuesto que no estuvo desagregado para la educación en infancia y adolescencia o superior, sin metas claras ni medibles.
Y, como bien se sabe, quien no sabe a dónde va cualquier puerto es ganancia.
A eso sumémosle el drama que viven miles de jóvenes con el ICETEX, donde tienen sus sueños hipotecados, y ven con angustia cómo esa promesa de que sus cuotas se iban a reducir con la decisión de la baja al 0% de interés.
Pero, con el aumento en 7 puntos porcentuales del IPC, terminaron por pagar hasta unos $270.000 pesos más este año de lo que pagaban antes cada mes.
Y no quiero dejar de lado otro punto importante y que lleva meses pernoctando en la tierra del olvido, y es el apoyo al estudio científico en nuestro país.
Si se quiere construir una “sociedad del conocimiento y la vida”, como en algún momento este Gobierno dijo, necesita de presupuesto y no de palabras que se las lleve el viento.
Científicos reconocidos del país le enviaron una carta al Presidente Petro para que por favor no se redujera el presupuesto a esta rama para el 2024, pues en el presente año la disminución fue de un 50% comparado con la inversión prevista para 2022.
A pesar de que la nueva Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Yesenia Olaya, tiene entre sus metas aumentar ese presupuesto, tendrá un camino difícil cuando el Presupuesto General y el Plan Nacional no contempla una inversión importante para este sector.
Ojalá el panorama mejore y el Presidente escuche a sus contrarios, al resto del país que sufre con sus decisiones u omisiones, porque es el mandatario de todos y no de unos cuantos.
Tengo la firme convicción de seguir trabajando para que por fin saquemos la educación de la tierra del olvido y la llevemos a la tierra de las oportunidades y la esperanza para nuestros jóvenes, que hoy se sienten abandonados y no ven otra opción de vida más que delinquir, no hacer nada o irse del país a buscar mejor fortuna.