La Salsa Vive
Creí estar en vivo cerca de Alfredito Linares, Willie Rosario, Richie Ray, Rubén Blades, Henry Fiol, Ángel Lebrón y José Aguirre, director del Grupo Niche, corear sus letras entre la multitud del bulevar Río Cali.
Se energizan mis piernas y, si no es por respeto con los demás espectadores en la sala de cine y la oportunidad de fundamentarme sobre las raíces cubanas, el recorrido histórico en Nueva York y la transformación de la salsa en Cali, me hubiese puesto en pie y bailado “La Salsa Vive”, ópera prima del cineasta Juan Carvajal.
¡Qué gran documental! Desde hacía medio siglo cuando exhibieron “Nuestra Cosa Latina” de la Fania All Stars, no veíamos algo similar, con color impecable y sonido bestial, impactante por las imágenes de Cali y sus bailarines preparándose en escuelas.
Controlé mis impulsos, para escuchar atento las disertaciones de Blades, Fiol, Lebrón, el catedrático Alejandro Ulloa, al igual que conocimientos de destacados melómanos, como Gary Domínguez, experiencias de maestros de baile, como Carlos Paz y “El Mulato” Hernández.
El documental no escatima en esos años de bonanza del narcotráfico que permeó algunas orquestas. Muestra los padecimientos de Jairo Varela en la cárcel. Narra historias humanas, filmadas en tiempos reales desde la infancia, como por ejemplo, la vida de Yuleissy Montaño y Kevin Quiñonez, que ya siendo jóvenes triunfaron como campeones mundiales de salsa.
Valora la disciplina y constancia de las escuelas populares, su papel cultural y de resiliencia en comunidades vulnerables. Aplaudamos “La Salsa Vive”, in memoria a Cheo Feliciano, Celia Cruz y Jairo Varela. ¡Viva este gran homenaje a Cali!