La salud más allá de las ideologías
En Colombia, la salud es un tema de vital importancia que no puede ser dejado de lado, independientemente de la reciente caída de la reforma propuesta y la salida de algunas EPS.
La premisa del gobierno ha sido que la salud no debe ser un negocio de las EPS. Sin embargo, las cifras nos cuentan una historia diferente. Las EPS reportan niveles de pérdida alarmantes, lo que indica una realidad más compleja y preocupante.
Un aspecto fundamental es la composición de los usuarios del sistema de salud. Actualmente, el 50% de los afiliados ya están enfermos, y aunque solo el 2% padece enfermedades de alto costo, estas representan el 30% del gasto total.
Esto refleja una población considerablemente enferma que demanda recursos significativos. Es una realidad que debe ser abordada de manera integral, sin importar si el servicio es proporcionado por una entidad pública o privada.
El gobierno tiene la responsabilidad de analizar cuánto cuesta realmente la salud de cada colombiano. La salud es un derecho consagrado en nuestra Constitución, pero la brecha entre los derechos y los recursos disponibles es insostenible.
En Colombia, tenemos muchos derechos y pocos recursos, una contradicción estructural que no se puede mantener en el tiempo.
Además de lo financiero, es fundamental que el gobierno nos explique cómo se manejará el riesgo operativo en salud. En el sistema que se plantea, ¿qué pasará con los ciudadanos que queden afiliados a un hospital piloto y necesiten servicios de alta complejidad? ¿Cómo se gestionarán las listas de espera para traslados?
La solución no radica en ideologías, sino en un enfoque financiero y práctico.
La reforma del sistema de salud debe basarse en datos y necesidades reales, considerando tanto la sostenibilidad económica como el bienestar de la población. El sistema ya está colapsado y no parece que se estén buscando soluciones de fondo