La salud mental como derecho humano universal
Este 10 de octubre, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, reafirmo la imperante necesidad y el deber que tenemos de cuidar la salud mental de todos, pero especialmente la de nuestros jóvenes.
Es alarmante conocer las cifras que exponen diferentes organizaciones nacionales e internacionales sobre la afectación de los niños y niñas.
Recientemente Unicef Colombia publicó en un artículo que “el 44,7% de los niños y niñas sufren afectaciones en su salud mental en el país, mientras en el mundo la cifra es de 168 millones”.
La salud mental está dejando de ser un tema tabú en los hogares y escuelas.
Está llegando el momento de asumir esta problemática sin actitudes vergonzantes y aceptar que casi todas las personas necesitamos atención, especialmente las más vulnerables como lo son los niños, niñas, jóvenes y adolescentes.
La clave está en la identificación temprana de síntomas y diferentes señales que pueden salvar vidas.
Pero debemos trabajar intensivamente en los estigmas, la discriminación y las violaciones de derechos humanos que afectan a quienes enfrentan estos problemas.
Por ello, en el Partido de la U, estamos promoviendo un proyecto de Ley por medio del cual se crea la Ruta Integral de Prevención y Atención para la Salud Mental de Niños, Niñas y Adolescentes (RISMNA), una iniciativa fundamental para garantizar que todos los jóvenes de Colombia tengan acceso a servicios de salud mental adecuados y oportunos.
La RISMNA se centra en tres componentes clave: la promoción y educación en salud mental, la detección temprana y evaluación integral de trastornos, y la atención integral y accesible mediante la articulación intersectorial.
Estos pilares son esenciales para crear un entorno propicio para el bienestar emocional de nuestros niños y adolescentes.
La prevención es la primera línea de defensa.
A través de programas educativos en instituciones de educación básica y media, buscamos desarrollar habilidades socioemocionales que permitan a los jóvenes enfrentar los retos de la vida.
La concientización sobre la salud mental no solo reduce el estigma, sino que también promueve estilos de vida saludables. Capacitar al personal educativo y realizar campañas en la comunidad educativa son acciones necesarias para fomentar un entorno donde cada estudiante pueda prosperar.
La detección temprana es crucial para intervenir a tiempo y evitar que los problemas de salud mental se agraven.
Necesitamos capacitar a educadores y profesionales de la salud para que reconozcan las señales de alerta.
Al identificar de forma oportuna los trastornos, podemos garantizar una intervención adecuada que mejore el bienestar y desarrollo de nuestros jóvenes.
Este enfoque preventivo no solo beneficia a los estudiantes, sino que también contribuye a una comunidad más saludable.
La atención a la salud mental de niños, niñas y adolescentes debe ser integral y accesible, facilitando la coordinación entre diferentes entidades.
La participación multidisciplinaria y un enfoque centrado en el niño y su familia son esenciales.
Es fundamental eliminar las barreras de acceso a los servicios de salud mental y asegurar que cada joven reciba la atención que necesita.
La colaboración constante entre las instituciones educativas y de salud garantizará que ningún estudiante quede desprotegido.
Los docentes juegan un papel central en esta ruta.
Deben seguir un protocolo claro para activar la atención necesaria cuando identifiquen un caso de trastorno mental.
Desde informar a la autoridad educativa y al equipo de salud mental, hasta mantener una comunicación abierta con los padres, cada paso es vital para asegurar que se brinde el apoyo adecuado.
Promover la salud mental de nuestros niños y adolescentes no solo es un deber ético, sino una responsabilidad colectiva que impacta en el presente y futuro de nuestra sociedad.
Este proyecto de Ley que busca crear la RISMNA es un paso crucial hacia la erradicación del estigma y la promoción de un enfoque integral en la atención de la salud mental.
En este Día Mundial de la Salud Mental, reafirmamos nuestro compromiso de construir un entorno donde todos los jóvenes puedan vivir con dignidad, equidad y respeto.
La salud mental es un derecho humano universal, y en el Partido de la U, trabajamos para que se respete y se garantice en cada rincón de nuestro país.