Las “velitas encendidas”

Hugo E. Gamboa Cabrera

El economista y columnista Eduardo José Victoria en su columna habitual, expresó hace ocho días, su preocupación del porqué muchos colombianos apoyan al candidato petrista y supuesto amigo de las farc Iván Cepeda.

Igualmente, cree que gran parte de esos apoyos se deben al resentimiento que inunda el alma de esos colombianos que quieren el decrecimiento económico y social del país, el caos y la inseguridad que nos circunda por todos lados.

Es posible que ese razonamiento se deba a que gobiernos anteriores también se equivocaron, sobre todo con la Colombia profunda en la que la ignorancia, en gran parte, ha sido el quid de la realidad política nacional.

Lo cierto es que el actual gobierno actual tampoco se preocupó por encontrar solución a semejante desigualdad social. Gracias a eso el gobierno de Petro tiene un 37% de favorabilidad y un 56% desfavorable, según la última encuesta de Invamer.

Sin embargo, logra “vender” su discurso populista a mentes y espíritus de compatriotas sin capacidad de análisis.

Qué podemos decir de una reforma laboral que posiblemente gana votos con los trabajadores, pero, los pierde con los empresarios que son los que arriesgan su capital.

La gente no sabe que por esa reforma muchas empresas pequeñas cerraron sus puertas y la informalidad creció, informalidad que utiliza el Dane para asegurar “que el desempleo baja cada mes”.

Algo parecido sucede con la reforma pensional. El gobierno ha querido ganar votos con los ancianos que nunca cotizaron al querer reconocerles un bono pensional de 280 mil pesos mensuales, utilizando dinero de los fondos privados y de Colpensiones, lo que significa que en los próximos diez años, según el Banco de la República, no habrá recursos para pagarles a los que ya se jubilaron y lo que es peor, a los que están cotizando pensando en pensionarse.

Eso sucedió en Cuba, Venezuela y en todos los países que cayeron en manos izquierdistas, Afortunadamente, Argentina, arruinada por todos lados, está siendo recuperada por un derechista como Javier Milei.

Son muchas las situaciones ruinosas que el actual gobierno nos quiere imponer, como eso de querer acabar con Ecopetrol, algo que a ni a Lula del Brasil, también de izquierda, se le ha ocurrido porque sabe que ese es un renglón económico fundamental para su país. Y ni hablar de la pavorosa polarización a la que nos ha sometido Petro en Colombia.

Lleva más de tres años sin gobernar, solo dedicado a una lucha de clases indecente y a que el odio impere en nuestra bella patria.