Liderar es dar ejemplo

Rosa María Agudelo

El liderazgo se demuestra, sobre todo, en los momentos difíciles. Y el ejemplo personal es, hoy más que nunca, un requisito innegociable.

Las recientes actuaciones del presidente Gustavo Petro dejan serias dudas sobre la coherencia y la responsabilidad de su ejercicio de poder.

Recientemente, Álvaro Leyva, excanciller, confirmó en una carta que los retrasos de Petro durante su visita a París fueron causados por problemas de alcohol y drogas.

Aunque los hechos ocurrieron hace meses, el reconocimiento reciente pone sobre la mesa un patrón preocupante. Es cierto que la vida privada merece respeto, pero cuando se ocupa el máximo cargo del Estado, cada acto está sometido al escrutinio público.

Eso exige una cautela extrema, porque la conducta personal impacta la confianza en las instituciones.

A esto se suma la cirugía estética realizada en una clínica privada, exhibida en televisión mientras el sistema de salud pública atraviesa una crisis profunda.

Lo que resulta incoherente no es la intervención en sí, sino criticar la medicina privada para el resto de los colombianos mientras se recurre a ella para fines personales.

Mientras las deudas del Estado con las IPS retrasan citas, tratamientos y cirugías vitales, el presidente presume su operación estética como si el contexto no importara.

Y ahora, la negativa a acatar una decisión de la Corte que prohíbe transmitir en directo los consejos de ministros. Buscar argucias para evadir un fallo judicial debilita el Estado de derecho.

Quien denuncia “golpes blandos” contra el poder ejecutivo debe ser el primero en respetar las decisiones de los otros poderes.

Un líder, más aún quien lleva las riendas de un país, debe ser coherente, disciplinado y respetuoso de la ley. No podemos ser permisivos. La responsabilidad no se predica, se ejerce.

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sábado 26 de abril, 2025

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