Llave maestra para entrar a la universidad
Las Pruebas Saber 11, que el pasado fin de semana presentaron los estudiantes y que son estimadas como \”llave maestra\” para entrar a la universidad pública, evidencian que en Colombia todavía no hay afinidad entre el enseñar y el evaluar.
Los bachilleres de hace tres décadas, por ejemplo, recibieron una educación tradicional e igualmente fueron evaluados con pruebas que les hacían responder de memoria sobre teorías, fórmulas, nombres, lugares y fechas.
A pesar de las críticas que recibió esa educación bancaria, la mayoría se profesionalizó o logró asimilarse a la producción empresarial, la economía del país o a la administración pública, porque las evaluaciones eran correlativas a la metodología con la que se enseñaba.
Las actuales Pruebas Saber 11, exigen la interpretación de textos no tan familiares para los estudiantes, porque ellos desconocen su estructura, pero los deben inferir y criticar si quieren alcanzar los primeros puntajes.
Esto confirma que en nuestro sistema educativo todavía existe una gran brecha, entre: las prácticas evaluativas de los colegios y las Pruebas Saber del Icfes, las metodologías de los educadores y los aprendizajes de los estudiantes, las didácticas y las maneras individuales de evaluar entre los mismos docentes de cada área.
Falta que se institucionalice en la cotidianidad educativa, desde primero de primaria hasta el grado 11 de básica secundaria, evaluaciones parecidas a las Pruebas Saber, para no tener que acudir a la ineficaz estrategia de adiestrar en maratón con los denominados cursos pre-Icfes.
El Ministerio de Educación Nacional, más que dedicarse a supervisar los contenidos de los programas oficiales, debería promover una nueva cultura evaluativa en el sistema educativo colombiano.