¡Los controles sirven o no!
En el primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez se le presentó al país un referendo que pretendía reformar la política y tratar de acabar la corrupción.
En el mismo se proponía desaparecer las contralorías regionales y locales, además de las personerías, porque se consideraba entonces que no controlaban nada y, en algunos casos, co administraban en las administraciones municipales y departamentales. Era una propuesta dolorosa porque significaba dejar a mucha gente sin empleo y a caciques, concejales y diputados sin el respaldo de importantes líderes que son ubicados en lo que se conoce como la “sábana” nominal de estos organismos de control. Afortunadamente, esas nóminas y sus patrocinadores políticos, descansaron emocionalmente gracias a que ese referendo no pasó, así Uribe haya reclamado a la Registraduría Nacional por lo que consideró como “manejo anormal de los votos”.
Ahora, el doctor Germán Vargas Lleras, a través de su partido Cambio Radical y, en avisos de media página publicados en algunos periódicos de la capital de la República y en los enlaces www.partidocambioradical.org y en www.fundacióncarloslleras.co, propone nuevamente “eliminar las contralorías departamentales y municipales para unificar un sistema central de control fiscal que evite la duplicidad de funciones, reduzca las ineficiencias generadas por la dispersión del control y asegure la recuperación eficiente de los recursos públicos”. Clarísimo. Persiste la duda sobre la honestidad de estas oficinas.
Y presumo que los responsables directos son quienes dirigen estos Entes, por temor político. Duele, por el desenlace fatal de dejar a muchos sin empleo, pero también, por la corrupción que carcome al país por todos lados.