Los sesgos de Petro
El presidente Gustavo Petro calificó el paro camionero como “empresarial” y lo relacionó con “oscuros intereses económicos o políticos”.
Estas declaraciones, además de ser polarizantes, revelan un preocupante desconocimiento de la estructura y diversidad del sector del transporte en el país.
El sesgo ideológico del presidente parece llevarlo a simplificar una realidad mucho más compleja.
El sector del transporte en Colombia no está dominado por grandes conglomerados con intereses oscuros.
Es un sector diverso, compuesto por grandes empresas de transporte que manejan flotas propias y contratan conductores, así como por propietarios-operadores que poseen y manejan sus propios camiones, operando de manera independiente o bajo subcontratación.
Además, existe una gran cantidad de cooperativas y asociaciones de camioneros, que son espacios donde los conductores independientes se agrupan para mejorar sus condiciones laborales y tener acceso a contratos de carga más favorables.
Estas organizaciones no representan intereses oscuros, sino más bien un esfuerzo colectivo por sobrevivir en un mercado competitivo y enfrentar las mismas dificultades económicas que afectan a todos los colombianos.
La retórica de “paro empresarial” y de “explotación laboral” de Petro pierde credibilidad cuando se escucha a quienes están en las vías.
No se ven como títeres de grandes empresarios, sino como personas que buscan defender su modo de vida en un contexto económico adverso.
Si su protesta fuera por condiciones laborales, veríamos camiones en parqueaderos y a los conductores en carpas afuera con un discurso diferente.
Basta con observar atentamente para entender que la visión del presidente está nublada por un sesgo ideológico que le impide reconocer las reivindicaciones sociales que no se alinean con su narrativa política.