Mujeres rurales
El pasado jueves, 15 de octubre, se celebró el Día Internacional de las Mujeres Rurales, establecido por las Naciones Unidas en el 2007, y aunque ese día tenga como objetivo resaltar su labor y reconocer su importante papel para la agricultura y la seguridad alimentaria, la situación actual y el panorama de las mujeres en zonas rurales de países como Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia es bastante preocupante.
Históricamente la mujer rural ha padecido el aislamiento social, la falta de acceso a tecnologías que les acerquen a la información y que les permitan mejorar su vida personal y laboral y han enfrentado una dura batalla para ser escuchadas y participar políticamente. La mujer rural, labra la tierra y planta las semillas que alimentan a naciones enteras, son las responsables de garantizar la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático. ¿Qué tan importantes las vemos para el desarrollo del país rural? Desde el comienzo de la pandemia, las mujeres rurales han tenido que sufrir la limitación a servicios de salud de calidad, a medicamentos esenciales y a vacunas.
Por eso, desde esta perspectiva, resulta urgente que, desde el Gobierno Nacional, se implementen estrategias que alivien la carga del cuidado productivo y no remunerado de las mujeres y se garanticen mejores servicios e infraestructura básica suficiente para el agua, la salud y la electricidad de zonas remotas. Esta pandemia ha aumentado la vulnerabilidad de los derechos de las mujeres rurales a la tierra y los recursos y las prácticas discriminatorias de género han impedido que las mujeres ejerzan los derechos sobra la tierra. ¡Estas mujeres nos necesitan!