Neruda y Gabo, vidas paralelas
Neruda y Gabo, vidas paralelas: los admiramos, dedicamos los poemas de amor del chileno y nos deleitamos con la narrativa de nuestro compatriota, sin preguntarnos qué sucedió tras escena en sus vidas.
Pablo Neruda, Premio Nobel 1971, y Gabriel García Márquez, Nobel 1982; la acogida de su literatura opacó sus etapas de vida.
Olvidamos que durante la adolescencia ellos defendieron sus vocaciones ante los caprichos de sus progenitores que los querían ver convertidos en abogados y hombres de la política.
Años después, el poeta chileno aceptó ser cónsul de su país en España, y durante un tiempo senador de oposición, hasta que escapando de una orden de detención pasó a la clandestinidad, huyó hacia los Andes y atravesó la frontera.
Gabriel García Márquez, se resistió a figurar en listas políticas, mejor escogió ser brillante periodista y famoso novelista, hasta que tuvo que huir de Colombia tras enterarse que lo detendrían y lo acusarían de vínculos con la subversión, en tiempos que el Estatuto de Seguridad por simple sospecha daba condena. Los poemas de Neruda son fuente de vida.
La obra periodística de Gabo es tan encantadora como leer sus cuentos y novelas. Los homólogos se profesaron amistad duradera, desde antes de la fama. Neruda y Gabo coincidieron en sus ideologías y en que, “Canto General” y “Cien años de soledad”, dieron fuerza y vida al destino y los sueños de nuestro continente.
”Cien años de soledad”: realismo mágico del Continente Latinoamericano. ”Canto General”: gran poema épico de América. Neruda: ícono del Chile Grande. Gabo: ícono de Colombia Grande.