¿Neutralidad?
La semana pasada las comunidades indígenas del norte del Cauca asumieron una supuesta neutralidad frente al conflicto armado al desmontar las trincheras de la Policía y al exigirle al Ejército y a las Farc que abandonaran \”su\” territorio. Basta de estas posiciones de las comunidades indígenas que por cuenta de la historia se adjudican derechos; basta ya de sentirse que son los raizales y que ello los hace supra colombianos con territorios propios y autoridades autónomas. La paciencia de Colombia frente a esas posturas anacrónicas son las que hoy tienen al Cauca convertido en el mejor escondite de las Farc.
Tampoco podemos aceptar esa supuesta neutralidad en nombre de la pobreza y de la ausencia histórica del Estado. Sin duda, el departamento del Cauca es uno de los más abandonados de Colombia, pero no es el único. Muchos rincones de nuestro país están marcados por esta condición, no hay que salir de Cali para comprobarlo. Los colombianos no podemos ser neutrales frente a la situación de orden público, ni debemos condicionar el apoyo y respeto al Estado, a la Constitución y a las leyes a nuestra condición social, económica o etnográfica.
Las comunidades indígenas, por ingenuidad o de manera intencional, se están convirtiendo en el mejor escudo de las Farc. El Gobierno no puede ceder un centímetro a estas absurdas pretensiones so pena de convertir al Cauca en un nuevo Caguán. La seguridad es un patrimonio de todos los colombianos y en su defensa no hay neutralidad que valga.